India y la industria automotriz eléctrica
El gigante asiático ha iniciado sus primeros pasos estableciendo como prioridad algunos programas de producción automotriz con base a energía eléctrica. Estaciones de recarga y baterías intercambiables y vehículos intercambiables.
Sin duda alguna, dicha iniciativa beneficiaría a la India en materia ambiental, considerando sus altos niveles de contaminación en las principales urbes. La energía limpia y renovable es una imperiosa necesidad en este país y el actual gobierno se encuentra trabajando para cambiar la plataforma tradicional de los patrones de consumo vía hidrocarburos o los llamados combustibles fósiles. Según el Plan Nacional Eléctrico (NEP3 por sus siglas en inglés) del año 2016, “India logrará, antes de lo previsto, el objetivo de que la energía renovable sea del 40% de la producción total de energía para 2030, postura anunciada en la Conferencia de Cambio Climático de París en 2015”.
En esta perspectiva el gobierno indio tiene previsto que los vehículos vendidos a nivel nacional para 2030 sean eléctricos. Tal intención es factible siempre y cuando se mantengan para la fecha dicho objetivo. Detrás de esta iniciativa, es necesario resolver varias cuestiones, entre las cuales destacan: asociaciones estratégicas a nivel internacional con los principales productores de vehículos eléctricos, cambio del paradigma de movilidad en el público consumidor, implementar tecnologías de bajo costo, diseños inteligentes , innovación de modelos de negocio y políticas de apoyo a lo largo de la cadena productiva, infraestructura que permita un verdadero soporte al nuevo consumidor.
Ya la iniciativa gubernamental está activando este programa, dando un ejemplo parcial de que los vehículos públicos sean eléctricos, la cantidad de unidades se eleva a 10.000. Similarmente, ha convocado a licitaciones a nivel internacional y por supuesto a las grandes automotrices indias, tales como: Tata Motors Ltd y Mahindra. El plan piloto de energía verde, lo ejecutará el estado de Karnataka.
Sin embargo, hay muchos retos por delante que superar, tales como: Altos costos de las unidades, costos de las baterías, competitividad y rentabilidad con la gigante y enmarañada red existente del transporte público que funciona a base de diesel, por donde fluye normalmente el grueso de la población india. En fin, resolver el problema económico de un país con las proporciones gigantescas de la India, para abrazar auténticamente un motor de energía verde que permita traslados y movilidad a todos los niveles.
Los países productores de petróleo a mediano plazo tienen sus días contados con este gran cliente como lo es la India.
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