Principal

Noticias y Eventos

 

30 de enero 2018: 70 años del legado gandhiano


Esta fecha rememora la muerte de Mohandas Karamchand Gandhi (30-01-1948), líder espiritual y político de la India en la primera mitad del siglo XX. Fue conocido como Mahatma (Gran Alma), su asesinato a manos de un radical hindú de nombre Nathuram Godsé, seguidor del ultraderechista partido Mashabha, lo acusó de un proceder blando sobre la partición territorial que conllevó a la separación de Pakistán. Tal acontecimiento marcó el epílogo de una vida dedicada al ahimsa (No Violencia), y a una permanente lucha hacia la búsqueda de la independencia, siendo el estandarte hacia la desobediencia civil como medida de presión al raj británico.

Apenas cumplió diecinueve años sus padres lo enviaron a Londres, y es desde las entrañas del propio Imperio Británico donde empezó a conocer lo más íntimo de la sociedad india, del funcionamiento y proceder del mundo occidental. Esta progresiva diferenciación y toma de conciencia entre ambos mundos culturales se produjo mientras estudiaba Derecho, topándose al mismo tiempo con la obra de León Tolstoi, teósofos y los principales teóricos del cristianismo. El asumir estos principios literarios y religiosos como parte de su concepción de la vida lo llevó a afirmar que: las injusticias solo pueden combatirse desde la lucha pacífica.

De su estancia europea tomará la idea de sublevación y para la cual asumirá que el Oriente no tenía razones para estar sometido, lo que lo motivó a asumir el liderazgo del movimiento de liberación de la India. A partir de entonces, su permanente accionar estuvo orientado a la enseñanza a través del ejemplo, en medio de una conflictividad, mientras los británicos respondían a las sucesivas rebeliones con las armas, Gandhi se sometía a largos períodos de ayuno, además de ser encarcelado en múltiples ocasiones.

Finalizada la II Guerra Mundial y un largo proceso de lucha anticolonial, Inglaterra sale debilitada y Gandhi es invitado a participar en las negociaciones que terminaran en la independencia de la India el 15 de agosto de 1948. Tan pronto como se produjo el deslinde colonial, se advinieron las contradicciones que desde la perspectiva del propio líder fueron parte de la derrota más que de una victoria. En primer lugar, el papel que jugó Ali Jinnah como líder de la Liga Musulmana en la separación de Pakistán y la no conciliación hacia una abierta convivencia verdaderamente nacional. En segundo lugar, el reavivamiento de los conflictos entre hindúes y musulmanes fue percibido por Gandhi como una traición a lucha pacífica a la que consagró toda su vida, pagando las consecuencias con ella.

En la India contemporánea el ejemplo gandhiano de la permanente práctica no violenta en la escena nacional pareciera ser parte de un “pasado reciente”, que se circunscribió a la búsqueda de la ruptura del orden colonial y que posterior al mismo su institucionalización se desvaneció como comportamiento político por parte del Estado indio. En este sentido, ejemplos claro de ello son: la segmentación social manifiesta en el rígido sistemas de casta, el cual fue permanentemente criticado por el Mahatma, el papel que juegan los musulmanes sigue siendo determinante, dado que esta comunidad está compuesta por 160 millones de personas, siendo los parias de los parias producto de las difíciles condiciones de vida en las que se encuentran inmersos.

El papel que ha jugado los musulmanes ha estado asociado a la expansión de la violencia política, producto de los atentados terroristas que vienen practicando, como el del 2008 con un saldo negativo de 173 personas en Mumbai abrió el debate nacional, además de emprender la vía armada producto de la permanente agresión del fundamentalismo hindú. El intento de supremacía de este último se ha exacerbado en sus intentos de imponer la hegemonía del comunalismo, esto es, la superposición de hinduismo sobre el resto de los sistemas religiosos.

En definitiva, volver sobre la práctica del ahimsa gandhiano en un país diverso debe ser una de las consideraciones orientadas hacia un pleno equilibrio de las fuerzas sociales en el subcontinente indio. Asimismo, este imperativo ha de ser adoptado por los líderes mundiales, donde la acelerada proliferación de armas de destrucción masiva amenazan el orden mundial, y que en última instancia, la supervivencia de la especie humana.



 

Centro de Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas "José Manuel Briceño Monzillo"
E-mail: ceaaula@hotmail.com | Teléfono:+58 (0274) 2401885
Universidad de Los Andes, Mérida - Venezuela

Contador y estadísticas gratis para su sitio web en www.motigo.com