Desde la Cátedra Libre India Siglo XXI y el Centro de Estudios de África y Asia de la Universidad de Los Andes, hoy 2 de octubre, conmemoramos ciento cuarenta y tres años del natalicio del padre de la India, Mohandas Karamchand Gandhi; figura de la historia universal que logró a partir de la segunda década del pasado siglo XX, ponerse al frente del movimiento nacionalista indio. Para ello, puso en práctica la Satyagraha (firmeza en la verdad), como un método disciplinado y consciente de lucha irrestricta por la verdad, siendo su principal premisa el rechazo a la violencia (ahimsa), métodos que fueron decisivos para lograr la Independencia de la India en 1947.

Su activismo estuvo dirigido a combatir las injusticias y discriminación de la que fueron víctimas sus conciudadanos, tanto en Sudáfrica donde ejerció su profesión de abogado, como en la India bajo el poder de los británicos. El respeto por la naturaleza y por el adversario, constituyen dos de los valores más trascendentales que un revolucionario espiritual como Gandhi heredó a las futuras generaciones.

Entre sus preocupaciones más inmediatas, estuvo la idea de ir integrando al desarrollo nacional las castas menos privilegiadas, al mismo tiempo que rechazó las disputas de carácter religioso posteriores a 1947, entre musulmanes e hindúes; hecho este que le costó la vida, pues su asesinato vino de la mano de una fanático integrista indio, el 30 de enero de 1948. El Mahatma Gandhi, es por ende, una referencia mundial de respeto por la vida, por los derechos humanos. Un pensamiento que debe retomarse en un mundo amenazado y víctima de invasiones, guerras fratricidas y todas las versiones de terrorismo existentes. Un legado espiritual necesario para la Humania del Sur.

A doce años transcurridos del siglo XXI, el papel que ha logrado la India de hoy, como segunda economía emergente del mundo, su amplio y reconocido crecimiento económico en las últimas décadas, representa un modelo para Asia y el mundo en cuanto al ejercicio de la democracia que practica como régimen político, y la lucha día a día por superar todas sus deficiencias, que poco a poco van siendo trascendidas con programas sociales y económicos cooperativistas exitosos. El pueblo indio no tendrá mayor referencia que el legado de este hombre para la unión, autoconfianza, equilibrio nacional y lucha por la paz mundial

En Mahatma Gandhi hay un camino revolucionario a seguir para transformar a toda la humanidad sin demagogias, hipocresías, engaños, manipulaciones, ni neoesclavitud, donde debemos meditar sin poses de moda para no traicionar el espíritu de nosotros mismos y de todos aquellos que padecen la explotación global; conduciendo sus vidas con la verdad y el ejemplo, para seguir adelante construyendo nuevos amaneceres y nuevos alientos de vida.

A continuación, unas breves reflexiones del propio Mahatma tomada de sus innumerables escritos:

"... Leí la Historia de la revolución francesa de Carlyle cuando estaba en la cárcel, y el Pandit Jawaharlal Nehru me ha hablado acerca de la revolución rusa. Pero estoy firmemente convencido de que estas luchas, que se libraron con el arma de la violencia, no consiguieron realizar el ideal democrático.  En la democracia que yo concibo, una democracia establecida por medio de  la no violencia, habrá la misma libertad para todos. Cada cual será dueño de sí mismo".

(Gandhiji´s Correspondence with the Government 1942-1944. En: Mohandas Gandhi: Escritos esenciales.  Santander, Edición de Nirmal Kumar Bose, Sal Terrae, 2004, p. 78).




"...La posibilidad de que aumente el poder del Estado me produce un enorme temor, porque,  aun cuando aparentemente haga el bien minimizando la explotación, en realidad está haciendo el mayor daño a la humanidad destruyendo la individualidad que está en la raíz de todo progreso".

(The Modern Review, 1935. En: Mohandas Gandhi: Escritos esenciales. Santander, Edición de Nirmal Kumar Bose, Sal Terrae, 2004, p. 60).