El reciente brutal bombardeo aéreo del ejército israelí al territorio de Gaza con la anuencia de los Estados Unidos, puso una vez más en evidencia la fatal complicidad y pérdida de credibilidad absoluta por parte de los gobiernos de Netanyahu y Obama. El doble discurso, el doble rostro, la doble moral en materia de derechos humanos interpela a la conciencia mundial, el grado degenerativo de las relaciones internacionales concebidas por parte de la decadencia política norteamericana en un nuevo mandato del presidente Obama y el oportunismo electoral para las próximas elecciones a inicios del 2013, por parte del primer ministro israelí Netanyahu, dan una clara evidencia del compromiso sólido entre Estados Unidos e Israel de actuar con demencia una vez más para agredir a 1.500.000 habitantes que ocupan la franja de Gaza, sin refugio alguno, de protegerse de los misiles de fabricación norteamericana.
   
Ambos gobiernos requieren de sangre del pueblo palestino para el éxito de su lucha contra el "terrorismo". Salimos hace poco de la "operación plomo fundido" y ahora entramos a la "operación  pilar defensivo"; simplemente estamos ante una nueva secuencia de crímenes de guerra cuyo mayor costo social lo paga la población palestina. Las bajas militares israelíes y de las milicias de Hamas son insignificantes ante las muertes de niños, adolescentes, mujeres y ancianos.
   
Se entró recientemente en una frágil tregua entre Israel y Hamas con la mediación de Egipto y la hipocresía de la burocracia de las Naciones Unidas. Sin embargo, esta no cesará hasta que la limpieza militar sobre Gaza no logre sus objetivos. En las afueras de la Gaza sitiada ya están listos 75.000 reservistas para iniciar el ataque terrestre. La tregua se da para recoger los muertos, para continuar con los asesinatos selectivos, para seguir impune ante las masacres reiteradas que se viven en la actualidad de Gaza, también para abastecerse de provisiones y resistir ante la barbarie sionista y próxima ocupación militar.
   
El pueblo judío vive una crisis económica actualmente en Israel, su gobierno contiene esa futura explosión social, con otra agresión en sus fronteras inmediatas arrebatadas a través de la muerte y la indiferencia internacional. La cínica posición del compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable, como declaró recientemente la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, planteando una vez más la violación morbosa a las 69 resoluciones emitidas por la ONU hacia Israel en esta materia.
  
Por otro lado, el pueblo palestino sufre y pierde fuerzas ante la existencia de muchas facciones que se autodenominan "Autoridades Palestinas", debilitando los reclamos justos ante los organismos internacionales. Sin unidad política al interior de las fuerzas palestinas los resultados serán lentos ante la ONU y la comunidad Internacional.
  
Lanzar cohetes de fabricación casera una y otra vez  por parte de los sectores radicalizados palestinos hacia Israel, representa una acción ineficaz que justificó al Estado sionista para aplicar la tesis de que se encuentra en su legítimo derecho a la seguridad y defensa. La demencial violencia del Estado terrorista Israelí no puede ser abordada ni enfrentada con otro tipo de violencia, aunque sea de menor grado, ya que provoca cada vez más un mayor genocidio que no tendrá límites e irá hasta el final, y en última instancia, una mayor extinción de la paz. La lógica imperante en esta nueva situación es el exterminio de esta población para seguir consolidando la política de expropiación de las tierras palestinas de Gaza.
   
Es indispensable hacer un balance de la eficiencia de este tipo de respuesta armada por parte de Hamas  para no seguir cayendo en las trampas y la manipulación de los medios de la ultraderecha internacional. No negamos el derecho que tienen los palestinos a la defensa de su propia tierra, sino que es momento de entender que a la barbarie sionista hay que enfrentarla con otras acciones y métodos que pongan en la mesa de las negociaciones dónde se encuentra y proviene el verdadero terrorismo.
   
El Centro de Estudios de África y Asia de la Universidad de Los Andes, rechaza  el genocidio que vive el pueblo palestino en Gaza.