El espionaje desarrollado en los últimos años a escala global por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés) ha dañado el sistema de respeto multilateral y confiabilidad en el mundo. Igualmente, se ha generado un fuerte debate en el escenario internacional acerca de su legalidad, irrespeto a las soberanías, desconfianza, manipulación y chantajes en los mecanismos de las alianzas con Estados Unidos. Nadie se ha salvado de esta operación unilateral, incluso los llamados “países amigos“.

En el escenario asiático las denuncias sobre las actividades de espionaje reciente han sido publicadas en el diario The New York Times, además de Alemania, Francia, Brasil, Venezuela y México, entre otros. En esta oportunidad, Japón y Corea del Sur son sumados a la lista de casos en el escenario internacional. Al respecto: “Cualquier acto que pueda dañar la confianza entre países amigos, incluyéndonos, no es deseable”, dijo el ministro de Defensa de Japón, Itsunori Onodera. A su vez, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Tae-young, calificó el asunto de grave.

Los tiempos de crisis económica que vive Estados Unidos desata una crisis de paranoias múltiples que llegan al extremo de vulnerar la seguridad de Estados y principios absolutamente fundamentales del derecho internacional. Argumentar y justificar tales acciones so pretexto de que estaban “protegiendo” los intereses de los países amigos representa una postura degenerativa en la posición que ocupa en la convivencia internacional. Espiar las llamadas de los presidentes y ciudadanos, interceptar correos electrónicos, mensajes de texto a nivel de celulares, instituciones, empresas claves en las economías estatales y a nivel internacional, representa un paso al vacío en la convivencia entre las naciones.

Este escenario demencial, de injerencia en asuntos internos obliga a redoblar esfuerzos en la adopción de medidas en materia de seguridad y asumir críticamente posturas en conjunto ante la administración de Washington.

Recientemente el ministro de Comunicaciones y Tecnología de la Información de India, Kapil Sibal, manifestó que "todas las delegaciones de India usarán servidores del Centro Nacional de Información (NIC sus siglas en inglés)”. Igualmente, para finales del presente año 2013 India utilizará un servicio de correo electrónico propio para evitar espionajes, desplazando los correos electrónicos ofertados por Gmail, Yahoo y Hotmail en las comunicaciones oficiales y evitar la posibilidad de ser espiado.

La adopción de medidas de este tipo implicará proveer al país de un canal propio de redes de servidores para salir del control de las grandes empresas de Internet como las mencionadas anteriormente, evitando la fuga o penetración de información oficial. Así se da un paso conjunto ya dado por Brasil y China, impidiendo el acceso a información oficial clasificada o de alto gobierno. Esto plantea una nueva reglamentación de uso obligatorio de usar direcciones IP estáticas, VPN y de contraseñas descartables en viajes oficiales al extranjero, así como en todas las oficinas gubernamentales alrededor del mundo.

Debemos tener en cuenta que la India es el primer país en el mundo en desarrollo de software y de acuerdo a las declaraciones del ex agente norteamericano
Edward Snowden, India constituye el objetivo más importante de Informantes sin Límites, una herramienta empleada por la NSA para extraer datos de Internet.

En fin, espiar por espiar será difícil para Washington en el caso indio ya que el Primer Ministro de ese país no usa celular ni tiene cuenta propia en internet. El viraje estratégico del Indostán pone de relieve su alta capacidad para la aplicación de medidas preventivas con más determinación.