Muchos consideran aún que la esclavitud fue abolida en 1830, cuando Inglaterra decretó unilateralmente su abolición al iniciarse la era de la Revolución Industrial. En el caso específico de Venezuela, igualmente fue en 1854 cuando la misma se decreta oficialmente. Sin embargo, en el siglo XXI el problema persiste bajo otras particularidades cada vez más críticas. Lamentablemente en cada continente y país, el escenario de la neoesclavitud se manifiesta con un mundo de explotaciones de toda índole que no escatiman: derechos humanos, dignidad humana, ni condición humana. Las formas esclavistas que presenciamos hoy no vienen garantizadas bajo la tradicional cadena o en los antiguos buques de la trata de esclavos, todo lo contrario, desembarcan a través de todos los medios legales e ilegales de traslados y llegan donde la demanda de su mercado ilumina los intereses de los nuevos tratantes de esclavos. Bajo los auspicios de la Fundación Walk Free, presentamos: El Índice Mundial de Esclavitud, publicación que incomoda a muchos gobiernos a escala global y a la vez representa un documento para la consideración y discusión de un problema que no es enfrentado radicalmente, ya que importa más el capital que la mano de obra, en un escenario de capitalismo salvaje que no distingue ideologías o grupos humanos, mucho menos diferenciar su racialidad.

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