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Michaelle Ascencio: In Memoriam

Hacemos del conocimiento de toda la comunidad académica regional, nacional e internacional, del fallecimiento de la Dra. Michaelle Ascencio el pasado 29.03.2014 en la ciudad de Caracas. Los ciclos de la matemática biológica concluyen sin avisos, sin permisos, sin concesiones. En ocasiones avisan, pero no hay otras oportunidades para reabrirlos, hay esperas con mucho dolor y lágrimas por la despedida inevitable que pronto se hará patente ante el último respiro de acuerdo a la voluntad de las batallas internas que acontecen en nuestros organismos o en la perspectiva teísta del compromiso delegado en la voluntad final de Dios.

En Michaelle Ascencio, los espacios de su formación académica lo representaron la Universidad Central de Venezuela, donde egresó como licenciada en Letras en 1969, luego en la Université d´Etat d´Haiti donde se graduó en Etnología (1975), para posteriormente cursar estudios doctorales en Etnología y Antropología Social de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Era profesora titular de la Universidad Central de Venezuela, en las carreras de Antropología, Historia y Letras; académica haitiana y venezolana que representó en las humanidades del siglo XX y XXI la combinación ideal multidisciplinaria en las Ciencias Sociales. De ahí, su gran capacidad creadora y particularizada de su escritura y concepción sólida en los análisis literarios (área donde fusionaba toda estas disciplinas).

Su nacimiento en Puerto Príncipe (Haití) engendra una amplia cosmovisión de las raíces y afectos de las culturas africanas, el peso de la esclavitud, la libertad y sus múltiples incidencias en las descendencias de su pueblo. De igual manera, el dominio de las lenguas heredadas como el francés y el creole, le permitieron la ubicación y comprensión directa de las huellas psíquicas de la oralidad y el mestizaje en el caso del creole, versus el francés, el idioma europeo en el debate interno de las identidades culturales no sólo del ámbito caribeño  haitiano sino en la francofonía de esta parte del mundo.

Luego su presencia en Venezuela, con sus padres, le permite insertarse en otra realidad ribereña al Caribe pero al otro lado del Ávila, en el Valle de Caracas. Vive y construye sus ejes existenciales pero respira siempre el mar que está ahí y la llama en su cosmogonía para interpelar raíz, tallo y floras afrocaribeñas y afrovenezolanas. Evidencia de ello es el importante papel desempeñado desde sus aulas de clases al impulsar como fundadora y profesora, la opción de Estudios Afroamericanos de la Escuela de Antropología de la UCV. Como buena discípula del Dr. Miguel Acosta Saignes sembró en su tiempo este tipo de estudios necesarios para la comprensión de Venezuela y el Caribe,  presente en las manivelas del modo de vida venezolano.

Michaelle Ascencio recorrió las tierras de nuestro país, no podía resistir el estudio de las realidades intrínsecas existentes en los descendientes de africanos e indígenas y todo ese mundo sincrético de legados y espacios dialógicos que logró identificar e interpelar en frases populares, danzas, máscaras, ritualidades, transformaciones de mitos, religiosidades, etnicidades, personajes del pasado y el presente, modos de vidas y de producción de vida en general. Debates entre política y religión, fe y discusiones de identidad, mutaciones en las costumbres sociales, espacios de las santerías, caminos de campesinos y vida cotidiana en un sinfín de universos de investigación, entre otros, donde incursionó y que ahora corresponderá a los colegas y estudiantes, leer, estudiar y evaluar.

De manera complementaria, no debemos omitir que este amplio logro de estudios inconclusos de producción de saberes (inconcluso por la llegada de la expiración de su aliento vital), no hubiese sido posible sin los hábitos de una lectura articulada y arraigada en una firme estructura teórico-conceptual contrastada con la misma realidad, llena de sospechas y sospechosas posturas institucionales en proceso de cuestionamientos y deterioro. Igualmente, esta obra no hubiese salido a las superficies de nuestros mundos sin el manejo idóneo del lenguaje que ella dominó con la profundidad propia que posee la sencillez de su escritura, particularidad nada fácil en una academia que tiende a distanciarse de los pueblos por los centrismos epistémicos de los egos académicos que reflejan saberes y conocimientos impersonales. De ahí proviene su rica atmosfera de espacialidad narrativa con sabores de historias y culturas, carcajadas y miradas de ancestros, críticas que no perdonaron a nadie, humor legítimo para poner en evidencia falsedades y su magistral puente discursivo que unía una orilla de la vida con la otra sin discriminación alguna. Todas estas cualidades manifiestas permitieron a Michaelle Ascencio sumergirse en las profundidades del tiempo, visualizando personajes llenos de vida en el más allá con toda las cargas de sus angustias, opresiones, racismos burdos y sutiles de épocas cuyo tiempo mítico y social se fusionan con el propósito de ir pariendo nuevos procesos de producción de conocimientos que le permitió ver en el presente en cada página que meditó con disciplina y desarrollar una rica escritura que nos legó y que ahora está por redescubrirse para las generaciones que transitan en nuestras universidades, bibliotecas y librerías.

Sus investigaciones cosecharon premios y reconocimientos que evidenciaron su activa contribución, al estar presente en ferias del libro, programas de opinión radial, conferencias, entrevistas para la prensa y la prolífica creación de conocimientos, tales como: el Premio Municipal de Literatura (Mención Investigación Social) por su obra: Del nombre de los esclavos. El premio por Amargo y dulzón en la ciudad de Valencia en el marco de la Bienal de Literatura Latinoamericana “José Rafael Pocaterra” en el Ateneo de Valencia (1998), posteriormente dicha obra fue publicada por la Casa de las Letras en el año 2002. Entre sus libros destacan: Lecturas antillanas, Entre Santa Bárbara y Shangó, Viaje a la inversa, y el prólogo de  Gobernadores del rocío y otros textos, de Jacques Roumain (Selección, traducción, prólogo, notas, cronología y bibliografía a cargo de la autora y publicado por la Biblioteca Ayacucho bajo el número 215), y su último título, De que vuelan vuelan, publicado por Editorial Alfa en el año 2012.  Hay una amplia producción de conocimientos de Michaelle Ascencio existente en las revistas académicas venezolanas y del exterior que sería necesario compilar para su estudio y presentación en un futuro cercano.

Michaelle Ascencio nos deja en un momento difícil de la Venezuela de hoy, su voz crítica hacia el país hiperpolitizado que vivimos se manifestará una y otra vez en la medida en que profundicemos y difundamos sus contribuciones en la antropología sociopolítica  que nos dejó en los últimos quince años.

La transitoriedad de nuestras existencias se estremece y profundiza cuando se manifiestan las ausencias de personalidades como la Dra. Michaelle Ascencio. Vivimos en estos momentos una transición continua de experiencias recordadas junto a ella, que van desde el estar muy atentos a su discurso franco y hondo en tópicos diversos, pasando por rememorar la contemplación de los atardeceres de finales de un mes de enero en la laguna de Mucubají en el Páramo merideño junto a su hija Melisa y una amiga francesa, hasta el transitar por las ribereñas costas del estado Falcón en su perenne caminar por las tierras venezolanas.

Si hay algo que caracterizará a Michaelle Ascencio es que su pensamiento humanista viajará con la transparencia de sus palabras, tal como son las aguas del Caribe que la vieron nacer y ahora transita en los vuelos diarios de las gaviotas que danzan con las olas antillanas.

Los pueblos del otro lado de las costas del océano Índico dicen: Nacemos para morir y morimos para nacer de nuevo en el pensamiento trascendental de lo que hicimos en esta vida cuya partida es segundo a segundo. Las ideas sembradas ya dejaron de ser semillas, en este momento son árboles frondosos que veremos en la paz no sólo del descanso eterno del trabajo que ella llevó a cabo con determinación; ahora veremos los frutos de la fusión de sus cenizas en el cosmos de las nuevas energías creadoras donde con toda seguridad ahora Michaelle  se encontrará….

Nuestras obediencias eternas a su memoria y agradecidos por haber conocido las originales sonrisas de vida que llenaron su rostro.  Gracias por habernos permitido ser tus alumnos a distancia, lectores, colegas y amigos de vidas.

- Fecha de publicación: 28 Apr 2014
- Publicado por: CEAA

Centro de Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas "José Manuel Briceño Monzillo"
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Universidad de Los Andes, Mérida - Venezuela