El continente africano en los últimos años ha dado muestras  reales de crecimiento económico, situación que coloca al descubierto las sensacionalistas y afropesimistas percepciones de un continente cuya posibilidad estaba negada por los "conflictos" que incidían negativamente en las economías de los diferentes países que conforman la región. En el informe Perspectivas Económicas en África 2014, presentado por la Casa África, así lo deja ver; en la elaboración del mismo participan tres instituciones: el Banco Africano de Desarrollo (BAFD), el Centro de Desarrollo de la OCDE y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este documento toma en consideración los factores internos y externos que han contribuido al crecimiento económico de África para el 2014 así como para el año 2015 que apenas  se inaugura.

África ha manifestado una tendencia positiva en cuanto a crecimiento económico superior al 5% en los últimos 15 años. Esta estabilidad socioeconómica sostenida se manifestó de forma significativa en el 2014, donde el ritmo de crecimiento se mantuvo en torno al 4.8% y cuya propensión se mantendrá a la alza hacia el 2015 entre un 5 y 6 %. Los factores que han incidido en tales indicadores obedecen fundamentalmente a una creciente demanda interior de bienes y servicios, renovación de las infraestructuras, el creciente flujo comercial que ha involucrado a todo el continente, así como la inversión extranjera han sido los catalizadores hacia la consecución de tales condiciones. El informe hace especial énfasis en la creciente participación del continente africano en el entramado de la economía mundial, y toma como ejemplo a Sudáfrica y el impulso del sector automovilístico a través del financiamiento a los fabricantes de piezas para impulsar este sector de la industria. De igual forma, países como Ghana, Kenia o Etiopía han impulsado el sector económico generando puestos de trabajos. Estas tendencias positivas hicieron durante el 2014 que los niveles de desarrollo humano se vieran favorablemente de forma positiva. Destacando el informe, que la región evidenció una sensible reducción de la pobreza respaldada por el aumento de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, el incremento en la matrícula de escolaridad, además de hacer frente a los problemas de sanidad en general.

Para el 2015 las expectativas de crecimiento económico en África son de igual forma tangibles, a razón de que se espera un crecimiento equitativo en todas las regiones del continente, salvo pequeños matices que varían de un lugar a otro condicionado, "muchas veces" por factores exógenos propiciados por las fluctuaciones de la economía mundial. Por su parte, África del oeste está llamada a ubicarse por el orden del 7% en cuanto a crecimiento económico, África del centro y del este hacia el 6%, el norte estará por debajo de la media, influenciado por efectos de la "primavera árabe", en tanto que África del sur mantendrá tasas de crecimiento inferior a la media haciéndose perceptible en Sudáfrica, por ser una de las economías más integradas al sistema económico mundial,  donde los efectos de la crisis del sistema capitalista durante el  2008 desaceleró el ritmo de crecimiento.

Sin embargo, estos logros son insuficientes y los retos planteados revisten gran trascendencia; dado que el continente registra un ascenso en la  población joven económicamente productiva que necesita ser incorporada al mercado laboral, así como reducir la brecha de desigualdad e incentivar más aún la inversión para hacer frente al abastecimiento de un mercado interno que está en ascenso, son dificultades que deben ser atendidas a corto plazo para continuar la línea positiva que ha caracterizado a la región en los últimos años y así superar los problemas propios existentes en una consolidación nacional que lleva sesenta y cinco (65) años de proceso descolonizador.


Interesados en el Informe correspondiente al año 2014 ver PDF