Ha transcurrido medio siglo desde que fuera fundada el 25 de mayo de 1963 la Organización de la Unidad Africana (Unión Africana desde 2002). Los propósitos que orientaron la creación de tal órgano supranacional surgieron en plena efervescencia de las independencias, donde la erradicación del colonialismo en los nacientes Estados, así como la unidad y solidaridad fue la línea ideológica que marcó los discursos durante estos años por parte de los líderes africanos. A partir de entonces, uno de los objetivos fue darle coherencia a la nueva institucionalidad que estaba emergiendo con el reto de incluir a una población heterogénea dentro de los límites establecidos por las administraciones coloniales europeas que operaron en dicha región.

    La significación de esta fecha permite hacer un alto en el camino para reflexionar sobre los derroteros transitados por el continente africano desde que accedieran a la independencia. Temas de trascendente interés siempre son parte del debate, los cuales permite identificar los logros, al igual que los retos que enfrentan, tales como: detener el avance y expansión del fenómeno terrorista que sigue ganando terreno en el norte, este y oeste del continente, siendo unos de los focos generadores de inestabilidad en su más amplia expresión por cuanto está condicionando sobre manera el ritmo respiratorio de los países que lo padecen.

    El tema elegido por la Unidad Africana para el año 2016 fue: “Los Derechos Humanos, con Especial Atención a los Derechos de la Mujer”, donde se evidencia el compromiso que han asumido los gobiernos a la hora de incorporar la población femenina en las políticas públicas como impulsoras de los procesos de transformación iniciados a nivel continental en marcados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Agenda 2063 como objetivos de la organización. La puesta en práctica de tales proyecciones busca dentro los lapsos establecidos dar solución a las contradicciones acumuladas que condicionan el curso de buena parte de los países, donde se pretende: darle mayor representación a las personas, elevar los niveles de prosperidad, sostenibilidad en el tema ambiental, prioridad a los derechos humanos y vincularlo al tema de la justicia.

    Dentro de la Agenda 2063 los líderes africanos buscan atender de forma pragmática ámbitos como: mayor protagonismo a los pueblos, incorporar a la población femenina y joven en general a los procesos productivos, expandir el sector industrial, construir infraestructura a nivel de transporte, salud, y dar solución a los conflictos que se presenten en el continente todo lo cual orientado hacia la consolidación de una buena gobernanza.

    En definitiva, África está atravesando procesos acelerados de cambios de tipo estructural en diversos escenarios, siendo uno de los signos positivos el sostenido crecimiento económico que ha evidenciado recientemente en los últimos años, revirtiendo el afropesimismo que venía caracterizando los análisis sobre la realidad continental, donde para el 2015 el PIB alcanzo 4,5% y en el 2016 se espera que supere el 5%, según el informe Perspectivas Económicas en África (2015), realizado por Casa África de España.

    En este sentido, el continente madre en los últimos años ha emprendido  procesos de desarrollos económicos que están siendo impulsados por una población dinámica que progresivamente forma parte de los procesos de urbanización que están activando a nivel continental. Todo ello indica que el posicionamiento progresivo de esta región en el plano internacional es significativo, la puesta en marcha de modelos productivos propios ha sido el objetivo de los Jefes de Estados tras el necesario “desarrollo endógeno” como lo planteaba el profesor Joseph Ki Zerbo. Así, los logros que se han experimentado se evidencian  entre otros, en el índice de desarrollo humano que ha mostrado una reducción en los niveles de pobreza, acompañado de alta escolarización, soluciones a las dificultades sanitarias y una creciente capacidad adquisitiva en los ciudadanos, dejando ver que África está en la construcción de su propio camino haciendo énfasis en sus propias particularidades.