Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en la ciudad de Porbandar, su nombre Mohandas Karamchand Gandhi, fue el dado por sus padres al nacer, Mahatma (Alma grande) por su obra en el contexto de la lucha por la independencia de la India.

Este 2016 se conmemoran 147 años de su nacimiento, su ciclo de vida fue de 79 años hasta que el radicalismo hindú lo sentenció a muerte en la ciudad de Nueva Delhi, un  30 de enero de 1948.

El legado de Mahatma Gandhi se cruzará pronto en el camino del venidero 2017 con los 70 años de la independencia de la India, su tierra y patria que lo vio nacer y luchar. La India de hoy es otra, totalmente distinta a la de Gandhi y la modernidad que se construye ha marcado distancia con sus ideas y propuestas de proyecto nacional. Tanto la India de su tiempo, los líderes del movimiento independentista, y la actual discreparon con sus concepciones y visiones; la razón muy sencilla, no había espacio para que el tradicionalismo coexistiera con la India postcolonial caracterizada por el crecimiento económico acelerado, la occidentalización de la vida y el pensamiento, el ascenso de una violencia generada por la partición territorial del subcontinente indio: India y Pakistán. Un pueblo y dos Estados.

Desde 1947 en adelante, Gandhi sufre los duros impactos engendrados por el colonialismo inglés en la división de su pueblo, el fanatismo religioso, el radicalismo de una peligrosa combinación existente entre religión y política, marcas acentuadas en las brechas sociales e indiferencia solapada ante unas de sus propuestas fundamentales en la nueva Carta Magna, como lo representó la eliminación de las castas (sistema social esclavista y racista).

Hay una infinitud de enseñanzas en Mahatma Gandhi, las más ordenadoras de su ejemplo de vida lo representan: la verdad y la No violencia, acompañado de toda una voluntad de acción para que el pueblo hiciera con sus propias manos los bienes de consumo, alimentos y satisficiera todas sus necesidades con un sentido de respeto y convivencia equilibrada con la madre naturaleza. En Gandhi no hay cabida para el actuar con sentido depredador ni individualista en esta existencia que tenemos, su accionar representó colectivismo y respeto por la humanidad y todos los elementos que dan vida a la vida.

En la India actual, nos preguntamos: ¿Cuánto habrá de Gandhiano? O simplemente llegamos a la equivocada opinión de un hombre común o de un profesional indio que dijo en su oportunidad: Gandhi is past time, ahí está el detalle inicial para un largo debate no solo en India, sino en Venezuela y el mundo.

Desde el Centro de Estudios de África y Asia “José Manuel Briceño Monzillo” hemos venido estudiando y enseñando su pensamiento y obra en la Cátedra optativa: El pensamiento de Mahatma Gandhi. Similarmente, en la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Educación, se enseña Historia de la India desde hace hace 41 años, ejemplos de la academia ulandina que no omite las enseñanzas gandhianas en las nuevas generaciones de profesionales venezolanos.

Para estudiar la vida y obra de Mahatma Gandhi es indispensable abordar la vida de un ser humano con todos sus errores; mitificarlo es un error para aquellos que lo usaron en el pasado reciente de la independencia, un error para quienes manipulan su legado hoy día en el arte de la política, y para los que se consideran maestros gandhianos y son simples manipuladores, para los que enseñan su obra pero hacen lo contrario a su pensamiento, no practicando su ejemplo en las más mínimas normas de convivencia ciudadana y democrática.