El pasado 19 y 20 de noviembre del año en curso, se realizó en la ciudad de Lima-Perú el encuentro anual de los miembros del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC por sus siglas en inglés), 21 líderes asistentes debatieron en torno a la perspectiva de la organización internacional y sus alianzas ante los resultados electorales de noviembre pasado en Estados Unidos.

La Declaración final emerge en los siguientes términos:

1. Los líderes mundiales que han participado en la cumbre del APEC acordaron prolongar la moratoria de las medidas proteccionistas hasta el año 2020. Como medida indispensable para generar una mayor integración económica que desbloquee arancelariamente entre otros aspectos los mercados de la región.

2. Se destaca la necesidad de mantener los mercados abiertos y contrarrestar el proteccionismo como política central en la era actual de globalización y multilateralismo del comercio.

3. Abstenerse de devaluar y manipular los tipos de cambio con el fin de aumentar la competitividad y hacer frente a todas las formas del proteccionismo. Además, se han comprometido a "tomar medidas concretas con el fin de garantizar condiciones favorables para la inversión".

4. Los líderes que han participado en la cumbre han destacado el aumento del número de economías que han aprobado el acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre la simplificación de los procedimientos comerciales. También se hace hincapié en la necesidad de dar pasos definitivos respecto a las reformas estructurales de acuerdo con la renovada agenda del APEC en este ámbito.

5. Entre otros aspectos abarcados en el documento, se destaca la intención de reducir el consumo de energía hasta un 45% para el año 2035 y duplicar para 2030 la cantidad de recursos de energías renovables en el balance energético regional. Al mismo tiempo, se precisa que en los mercados energéticos tiene que predominar la estabilidad y la transparencia.

6. La Declaración reconoce que las "economías deben llegar a todos los sectores de nuestras sociedades para explicar mejor los beneficios del comercio, inversión y mercados abiertos, y asegurar que esos beneficios sean distribuidos ampliamente". Asimismo, sostienen que continuarán usando todas las herramientas de política "monetaria, fiscal y estructural" de manera individual y colectiva, para reforzar la demanda global y encarar las limitaciones de oferta.

La salida de Barack Obama y el ingreso de Donald Trump a la Casa Blanca, ha encendido las alarmas económicas en esta organización internacional y muchas partes del mundo, ya que el presidente electo norteamericano ha anunciado desde su campaña electoral y lo ha ratificado durante su triunfo y en el marco de la transición política activada en Washington, la salida de Estados Unidos de la APEC al asumir la presidencia desde el 20 de enero 2017.

Algunos miembros importantísimos como Japón, han declarado que con la salida de Estados Unidos, la APEC ya no será la misma. China ha tomado la iniciativa para tranquilizar la economía de la región en flexibilizar todos los aspectos económicos que sean necesarios para seguir adelante sin Estados Unidos. Perú advirtió en palabras del presidente Kuczynski "Los que quieran proteccionismo que recuerden los años 30". Definitivamente los avances logrados en los máximos niveles del intercambio capitalista mundial en materia de tratados de libre comercio y la necesidad de mantenerlo entran en una coyuntura difícil, ya que habrá la necesidad de reformular los acuerdos alcanzados globalmente y a nivel del TPP. EE UU se encamina a cerrarse bajo la premisa de salvar primero la economía nacional por encima de todo, el mundo capitalista, maduro y en especial Asia y América Latina van en sentido contrario, las principales economías han concertado ir hacia un mayor libre comercio y habrá una gran resistencia ante el grupo económico de la plutocracia que dominará pronto y radicalmente ese país, ello conllevará a un choque interno tanto político y económico con las propias empresas transnacionales americanas que no estarán dispuestas a perder su lugar en el mercado internacional.

El anuncio reciente de Trump al amenazar con un impuesto del 35% a las empresas que trasladen su producción fuera de Estados Unidos, no solo es la mayor evidencia de la nueva concepción que reinará en el magnate, sino que representará el paso hacia un caos financiero en el decadente centro económico del mundo. Tal tasa de impuesto deberá primero pasar para su evaluación por el Congreso y será difícil el visto bueno.

El 49 % de la economía y comercio del mundo decidirá seguir adelante, sin el nuevo riesgo que representará Estados Unidos y su maniqueísmo anacrónico presidencial y de radicales que solo ven el mundo bajo la óptica de las ganancias personales.