En la ciudad italiana de Taormina, Sicilia, se llevó a cabo el encuentro de los líderes del G7 el pasado 27.5.17, en cuyas costas han fallecido más de 1.400 africanos ahogados en lo que va de año, realidad que no fue el tema central de dicha cumbre. Otros tópicos orientaron el debate en consonancia a los intereses económicos de las potencias que se dieron cita, entre los cuales destacaron dos tendencias: a) por un lado, se mostraron dispuestos a cooperar en los esfuerzos por combatir el proteccionismo comercial, los seis miembros integrantes aparte de los Estados Unidos; y b) la otra postura, la del presidente  Donald Trump, exigiendo la rebaja de aranceles a los integrantes de esta organización. El tema de la crisis de los refugiados se vio con distancia y muy escasa voluntad política en cuanto a sus causas y efectos en los propios Estados del G7.

Tanto los representantes de Etiopía, Kenia, Níger, Nigeria, Túnez y Guinea, como las organizaciones de ayuda al desarrollo plantearon el tema de la crisis de los refugiados y la hambruna en África. Las diversas trabas existentes en los países industrializados para desembolsar las ayudas financieras y palear la grave situación de hambre ha sido un suplicio para las organizaciones humanitarias, apenas se está solicitando la liberación de 6,9 millones de dólares que han requerido las Naciones Unidas para combatir el hambre en el continente y solo el 30% ha sido aprobado.
   
El Secretario General de la ONU, Su Excelencia António Guterres, intervino en la última sección del G7 dedicada a África. En tal sentido, consideró muy oportuno en el marco de la Cumbre abordar varios escenarios, entre los cuales destacan: 1) evaluación del escenario africano en cómo potenciar el desarrollo de África; 2) la volatilidad en los precios de las materias primas y la debilidad de los mercados mundiales; 3) sugirió varias fórmulas para alentar el crecimiento inclusivo e innovador en África, mencionando la inversión en los jóvenes, la diseminación de las nuevas tecnologías, la inversión en los sectores productivos, y el apoyo a la integración regional.

El Secretario General manifestó  la necesidad de prestar atención a las dramáticas consecuencias de los movimientos migratorios y desplazamientos recurrentes hacia Europa y la fragilidad de las economías africanas en ascenso.

Los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón, tomaron nota del llamado del representante de las Naciones Unidas. El Reino Unido en la persona de la primera ministra Theresa May, no pudo estar presente en esta sección de cierre tras los atentados de Manchester.

No es la primera vez que un Secretario General de las Naciones Unidas hace un llamado de atención de esta naturaleza al G7. África en el sistema internacional es condicionada permanentemente a una mirada no solo marginal sino anclada en la premisa de que los Estados africanos son “buenos gobiernos dóciles” en el concierto democratizador que es necesario cumplir para Occidente. En palabras del académico español Francisco Javier Peñas Esteban (ed), en su libro África en el sistema Internacional, por un lado confluyen la diplomacia humanitaria, protectorados o neo protectorados y las políticas de cañoneras, por otro lado las palabras de los africanistas Antonio cañoneras y Antonio Santamaría de la misma nacionalidad, se bifurcan el comercio y los ajustes estructurales, inversiones directas, especialización del comercio internacional bajo la premisa de un “desarrollo tutelado” donde persiste una recesión prolongada que ha profundizado el subdesarrollo.

África en estos momentos escala posiciones significativas en materia económica e infraestructura para el desarrollo en el siglo XXI. Ya muchos Estados de su continente compiten abiertamente con economías latinoamericanas. El lastre colonialista, el peso de las responsabilidades de un liderazgo único que viene haciendo estragos desde la independencia, la hipersensibilidad y conflictividad de la etnicidad politizada, las secuelas intervencionistas de la OTAN, potencias europeas y Estados Unidos en suma desajustan cualquier proceso recto o sostenido de la economía, a las maniobras neoliberales que hoy en día trastocan el actual crecimiento acelerado que se experimenta en el continente.

¿Cuántas notas serán necesarias tomar en estas Cumbres para lograr un desarrollo y crecimiento económico justo? La lógica del capital es impersonal.