Además de los diversos recursos con los que cuenta el Cuerno de áfrica (minerales, petróleo, gas y una gran biodiversidad), esta región goza de una posición geoestratégica muy ventajosa. Es una vía marítima clave que conecta al océano índico con los países del Golfo, a su vez dicho océano con el mar Mediterráneo, desde el Golfo de Adén y el Mar Rojo hasta el Canal de Suez, por donde pasa buena parte del comercio marítimo mundial, incluyendo aproximadamente 4 millones de barriles de crudo al día. De allí que el acontecer de los países de esta zona tiene notables repercusiones continentales y globales.

Es el caso de Etiopía que en los últimos años debido a sus contrastes ha estado en la palestra mundial. Por un lado, el crecimiento económico experimentado, lo que algunos analistas denominan el "milagro etíope", y por otro, la inestabilidad política evidenciadas en las protestas callejeras, las cuales finalmente ocasionaron la renuncia de su primer ministro Hailemariam Desalegn a principios de este año 2018. Dichas manifestaciones fueron apaciguadas de cierta forma con la llegada del nuevo primer ministro Abiy Ahmed en abril del año en curso. Inmediatamente a su llegada puso fin al estado de emergencia e impulsó una serie de reformas que han tenido gran impacto no sólo en el país etíope sino en toda la región. Entre ellas las más destacadas han sido la firma del Acuerdo de Paz con Eritrea y la llegada de Sahlework Zewde a la presidencia, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho cargo. A ello se le debe agregar la legalización de partidos políticos de oposición y la liberación de algunos activistas de oposición.

Acuerdo de Paz con Eritrea
El Acuerdo de Paz de este año 2018 se firmó en la ciudad de Yeda, Arabia Saudita, el 16 de septiembre, ante la presencia del Rey Salman bin Abdelaziz y del secretario general de la ONU António Guterres. La paz con Eritrea parte de la iniciativa de Ahmed que desde junio había manifestado su deseo de acatar el Acuerdo de Argel que otorga soberanía plena a Eritrea sobre la ciudad fronteriza de Badme, la cual había sido el epicentro de la guerra de 1998. Es bueno recordar que Eritrea perteneció a Etiopía hasta 1993, en un largo proceso independentista iniciado en 1962, luego de su independencia se formaron rencillas por disputas territoriales que desembocaron en la guerra de 1998 hasta la firma del mencionado acuerdo el 12 de diciembre del año 2000. Etiopía se había retraído en aplicarlo, lo que había dejado abierta la confrontación.

Las repercusiones de este evento han transcendido más allá del cuerno africano, sobre todo por lo que significaría para Etiopía tener mayor acceso al mar con el uso de los puertos de Eritrea. Lo cual se suma a los acuerdos que ha alcanzado recientemente con Yibuti, Sudán y Somalilandia (este último muy controversial) en pro de diversificar sus salidas marítimas. Hay estimaciones que por el puerto de Yibuti, aunándole la línea ferroviaria que conecta la capital etíope Addis Abeba con el puerto de Doraleh (una extensión del puerto de Yibuti), se maneja más del 90% del comercio. Es así como busca utilizar de nuevo los puertos de Eritrea, Asabba y Massawa, para lograr la mencionada diversificación. Cabe señalar que toda la zona del Cuerno de áfrica está encaminada a realizar proyectos de comunicación viario y ferroviario, un ejemplo es el que conectaría Kenia, Sudán del Sur y Etiopía. Detrás de dichos proyectos está el capital chino, pues forman parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta que ha iniciado el gigante asiático, algo que ha alarmado a las grandes potencias que tienen presencia en esta zona geoestratégica y están buscando la forma de contrarrestar la presencia de China.

No obstante, la iniciativa de paz entre ambos países no ha contado con el respaldo de toda la población, especialmente en la región de Tigray, al norte, donde hay temor de que existan alzamientos en el seno del Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés) por temor a que el gobierno etíope a la postre confiera a los eritreos territorios que consideran suyos. Hasta ahora con el acuerdo de paz, ambos países se comprometieron a establecer relaciones diplomáticas, eso incluye la apertura de embajadas en sus capitales, la reanudación de los vuelos comerciales y conexiones telefónicas.

Una mujer en la presidencia: Sahlework Zewde
La presidencia de Zewde, diplomática con una vasta experiencia, se hace en medio del anuncio, a mediados de octubre, que el 50% del gabinete estará compuesto por mujeres, además de una restructuración de las carteras administrativas, pues las redujo a 20 de 28. Ministerios emblemáticos como los de Defensa, Transporte, Educación y Hacienda y el recién creado Ministerio de la Paz quedarán a cargo de mujeres.

De igual forma, algunos analistas ven la llegada Zewde a la presidencia como un gesto que apuesta a la reunificación del país, pues ella pertenece a la etnia Amhara, una de las etnias mayoritarias, de las más de 80 que tiene el segundo país más poblados del áfrica, la cual ha realizado en los últimos años una serie de peticiones al gobierno tales como mayor atención y participación. No olvidemos que el primer ministro Ahmed es de la etnia Oromo, la cual estuvo en el núcleo del debate ante la desestabilización política del país en los últimos años por su confrontación con los somalíes en la frontera con Somalia.

Y es que la situación del país incluye un fuerte componente étnico, por lo tanto, la creación de verdaderas políticas de inclusión multiétnica serán cruciales para lograr mayor gobernabilidad en el país en los venideros años. Atender los conflictos interétnicos es una de las tareas más urgentes en tiempos de reforma en el mundo, y especialmente el Cuerno Africano, está expectante sobre lo que haga el gobierno en este sentido.