Tal vez uno de los escritos más famosos en Occidente referente a la intolerancia religiosa lo escribiera Voltaire en la segunda mitad del siglo XVIII, tras la ejecución del protestante Jean Calas el 10 de marzo de 1762, acusado de asesinar a su hijo mayor, presuntamente católico, Marc Antoine. Este hecho tuvo bastante conmoción en toda Francia y Europa, y sobre él versa el "Tratado sobre la Tolerancia" del filósofo francés. Lamentablemente, en el siglo XXI la intolerancia religiosa tiene mucha vigencia, lo que hace rememorar escritos como el mencionado y otros que se han atrevido a darnos herramientas para entender estos tiempos. De esos otros podemos mencionar el del estadounidense Samuel Huntington y su tesis "Choque de Civilizaciones".

Al adjudicarse el Estado Islámico el atentado del domingo 23.04.19 en Sri Lanka y afirmar que fue una retaliación por los atentados del 15 de marzo del año en curso en las dos mezquitas de la capital de Nueva Zelandia, Christchurch, nos dan cuenta de la creciente intolerancia que aún pervive el mundo.

Ya se habla que los atentados del Domingo de Pascuas son los más sangrientos en lo que va de siglo en Asia: alrededor de 320 fallecidos y más de 500 heridos, tras la explosión de al menos 8 bombas en tres iglesias católicas y tres hoteles de lujo. Esto políticamente deja muy mal parado al gobierno de Maithripala Sirisena, ya que se ha colado la información que servicios de inteligencia, entre ellos de la India, al parecer tenían conocimiento del atentado contra cristianos y turistas. El jefe de Estado ya ha anunciado la restructuración en su gobierno, especialmente en el área de Defensa.

El Gobierno esrilanqués, por su parte, acusa del atentado al grupo extremista National Thowheeth Jama'ath (NTJ), liderado por Mohamed Zahran. No obstante, desde el primer momento llamó la atención la sofisticación y la logística requerida en los ataques, lo que lleva a pensar que efectivamente hayan requerido del apoyo de alguna organización internacional, aunque hasta ahora la mayoría de los detenidos son oriundos de Sri Lanka.

Cabe destacar la diversidad religiosas en esta isla de casi 22 millones de habitantes, en donde el 70% son budistas, 12,6% hindúes, 9,7% musulmanes y 7,6% cristianos. En la cual, como en casi toda la región (entre ellos Pakistán, Birmania e India) se han visto chispazos de la intolerancia religiosa. Preocupa que a raíz de los atentados se desate una persecución en contra del Islam, ya que en el país los musulmanes han sufrido en tiempos recientes el acoso de los grupos radicales budistas, que es la religión dominante. Lo mismo que los cristianos. Esperemos que estos sucesos no se vuelvan a repetir y menos por revanchismo, porque si hasta ahora hay algo claro es que el extremismo y la intolerancia religiosa no es propiedad exclusiva de tal o cual religión. Sólo nos queda recodar a Gandhi: "Ojo por ojo y el mundo quedará ciego".