El 5 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, impulsado  por las Naciones Unidas desde  el 15 de diciembre de 1972.  Cada año se toma en cuenta esta importante fecha donde se recuerda el gran valor del ambiente y la necesidad de protegerlo para así velar por el bienestar y la salud de todos.

La Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, por medio de la resolución 2994(XXVII),  2112a de su sesión plenaria del día 15 de diciembre de 1972, disponible en:  https://undocs.org/es/A/RES/2994%20(XXVII)  hace hincapié en las obligaciones que tienen los países miembros, también llamados partes para tomar medidas colaborativas en búsqueda de la protección de la naturaleza.

Durante las dos últimas décadas del siglo XX las actividades de cooperación entre los Estados miembros y demás organismos internacionales fueron cada vez más seguidos, realizándose cada año una actividad global, iniciándose el en año 1992 con la Cumbre de la Tierra.

Tales acciones se centran en la búsqueda de soluciones conjuntas a la crisis climática global que ha generado las actividades económicas desarrolladas en el planeta tierra a partir de la primera Revolución Industrial y se han ido multiplicando con el pasar de los años en cada continente del Orbe.

Lo más difícil  ha sido en este debate internacional sobre el BIOMA, son las responsabilidades que cada uno como individuos tenemos por la crisis ambiental global. Similarmente, ha sido la escasa voluntad política o doble discurso por parte de los gobiernos en sus respectivos Estados. Quien han tomado la iniciativa han sido los organismos multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC),el Panel Intergubernamental de Expertos sobre en Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Ahora las acciones apuntan hacia soluciones expandidas y consolidadas en las pequeñas comunidades o aldeas rurales que se han visto afectadas. Ir desde abajo hacia arriba pareciera ser una ruta a seguir quye implicará las periferias y centros urbanos.

Gracias a la organización de las comunidades junto con los organismos rectores que encabezan esta grabe problemática se van cambiando esquemas ya agotados. Tal es el caso de comunidades en el continente africano  donde se han ejecutado proyectos como la pirámide Agri, que no es más que una micro- granja en forma de pirámide que permite la producción de alimentos por medio de la horticultura, acuacultura y cría de aves. Países como Nigeria han hecho posible este proyecto que promueve la seguridad alimentaria.

Tanzania también ha modificado sus leyes y ha aprobado la prohibición del uso de bolsas de plástico, que han sido gran responsable de la contaminación y muerte de animales marinos,  convirtiéndose en el país africano número 34 en aplicar esta medida.

Por su parte, en el continente asiático, específicamente en China los ciudadanos están usando la bicicleta como medio de transporte más limpio, mejorando la infraestructura urbana para movilizarse fácilmente y así disminuir la contaminación. Este proyecto fue ganador el Premio Ashden de Turismo Sostenible en 2017

Está en manos de todos tomar acciones para evitar una peor catástrofe producto del desequilibrio ambiental, seamos parte de la solución y no del problema.

Garanticemos el ambiente en el siglo XXI.