El 19 de marzo del presente año el presidente kazajo Nursultán Nazarbayeva luego de casi 30 años en el poder dimitió, en su lugar asumió como presidente interino Kassym-Jomart Tokáyev, es poco probable afirmar que la renuncia fuera por la situación económica del país, con ciertas dificultades desde la caída de los precios del petróleo en 2014, es más factible pensar que dicha decisión obedeció a la avanzada edad del mandatario, cerca de los 80 años. Sin embargo, Nazarbayeva sigue siendo determinante en Kazajistán, pues a pesar del retiro ostenta de manera vitalicia el título de “líder de la nación” (con inmunidad jurídica incluida), encabeza el Consejo de Seguridad del país y permanece en la presidencia del partido de gobierno Nur Otan.

En principio se esperaba que Tokáyev iba asumir el mando hasta que terminara el período presidencial en abril del 2020, no obstante, el 9 de abril anunció el adelanto de las elecciones presidenciales para el 9 de junio. En el cual, el pasado fin de semana, tal y como se avizoraba, quedó ratificado en el cargo, se impuso con cerca del 71% de los votos según los primeros resultados oficiales anunciados por la comisión electoral, unos 10 millones de personas estaban habilitados para votar. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en referencia a las elecciones manifestó: “La jornada electoral estaba organizada de manera eficaz, pero hubo importantes irregularidades, incluido casos de relleno de urnas, votaciones grupales y firmas idénticas en listas de votantes”.

Para muchos el triunfo del partido de gobierno estaba decretado, sólo existía la duda si lograría los porcentajes alcanzados por Nursultán anteriormente, por ejemplo el 98% de los votos en 2015. La oposición hizo el llamado a boicotear el proceso y a organizar protestas en todo el país, el malestar existió desde que se supo el adelanto de las elecciones, se alegaba lo difícil que iba resultar organizarse. Una de las figuras más representativas de la oposición es Mujtar Ablyazov, que ha convocado a las manifestaciones desde el exilio.

Tokáyev como presidente interino ha declarado en reiteradas ocasiones que el país se está preparando hacia una transición democrática. Durante la campaña se podrían resaltar ciertas señales como indicios, entre ellas: la participación de siete candidatos en la contienda, la participación de un líder opositor como Amirzhan Kosánov (desde hacía 14 años la oposición no participaba) obteniendo el 16,02 %, se escenificó por primera un debate televisado entre tres candidatos y la participación de Daniya Yespayeva, la primera vez que una mujer participa en ese país y obtuvo el 5,2% de los votos, quedado de tercera.

Aunque hay otros elementos que indican lo contrario, el mismo domingo las autoridades restringieron el acceso a internet y a las redes sociales. Antes de conocer el resultado, miles de personas salieron a las principales calles del país al grito de Shal Ket (Viejo, vete en referencia a Nursultán), consideraban que no eran unas elecciones limpias, se habla de casi mil personas detenidas por estar protestando.

El nuevo gobierno representa la continuidad, es poco factible que venga un proceso de transformación política y económica en el corto plazo, la política exterior se espera que se siga manejando como hasta ahora se ha hecho, una política de "múltiples vectores" que ha llevado al país a establecer relaciones comerciales con la mayoría de las naciones, entre ellas: China, Estados Unidos, Rusia y el bloque europeo. Kazajistán tiene una posición geopolítica considerable, se ubica entre Rusia, China, Turkmenistán, Uzbekistán y Kirguistán, es un corredor indispensable entre Asia Oriental y Oriente Medio. Igualmente, es el segundo productor de petróleo en el área, principal exportador de uranio a nivel mundial y cuenta con gigantescas reservas de gas, volframio, zinc y plata.

Al dimitir en marzo Nursultán Nazarbayeva aseguró que la transición en el país se completará en ocho años, en el inicio del período de 2026. Ya se escuchan voces críticas que denuncian que lo hecho por el mandatario fue prepararle el camino a su hija mayor, Dariga Nazarbayeva, la cual es la presidenta del Senado, el puesto de mayor relevancia luego de la presidencia, es inevitable compararlo con los gobernantes vecinos de Turkmenistán y Tayikistán en donde Berdymukhammedov y Rakhmon respectivamente, están preparando a sus hijos para que asuman el poder.

Kazajistán demuestra una vez más que la democracia no se mide únicamente por la existencia de elecciones, esta debe incluir diversos aspectos que desde hace algún tiempo los ciudadanos kazajos están reclamando, hartos por la falta de alternancia política, la corrupción, la impunidad y la caída del nivel de vida