La ciudad japonesa de Osaka fue la anfitriona del encuentro del G20 de este año bajo los efectos de una depresión tropical, las fuertes lluvias hicieron acto de presencia en esta época del año durante la cumbre.

Dos días de diálogo (27 y 28 de junio) llevaron a cabo los líderes mundiales, se acordaron planes y acciones. Una vez más se enfrentaron posiciones en relación al estado actual del comercio global y sus tendencias nocivas en el mercado, se consensuaron posturas en torno al medio ambiente, especialmente en la lucha planteada en contra del plástico en los océanos. Hubo una tregua en la guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China, además de una variada temática de puntos desarrollados en la agenda prevista en esta ocasión.
   
Los temas ejes debatidos destacan los siguientes:
   
• Una vez más quedó marcado este encuentro por los efectos que traen en la economía mundial el ascenso proteccionista de Estados Unidos y otros países que se han sumado. Al respecto, destacó la postura asumida por el líder japonés Shinzo Abe, primer ministro de la nación anfitriona, al declarar: “se lograron reafirmar de manera clara las reglas básicas para el libre comercio, tales como el liberalismo, la justicia, la no discriminación, un mercado abierto y condiciones justas para la competencia”.

• Dentro de los parámetros económicos acordados el tema de la economía digital se posicionó en la Cumbre. El proyecto promovido por Japón denominado: "Osaka Track" representó las bases para reglamentar y controlar el flujo de información y comercio electrónico a nivel global. Vale resaltar que esta iniciativa se orienta a un doble propósito: En primer lugar, un consenso internacional que garanticen el libre flujo de información trasnacional bajo la garantía de la seguridad y la privacidad y en segundo lugar, promover el proceso de reforma de la Organización Mundial del Comercio.

• En materia ambiental, los líderes asistentes emitieron un marco legal para reducir los desechos plásticos que se tiran en el océano. La aprobación de la iniciativa llamada: "Visión Océano Azul Osaka", cuyo propósito es reducir la nueva contaminación a cero para el año 2050 representa un paso para lograr medidas objetivas en esta materia. De igual modo, 19 de los 20 países pertenecientes al G20 con la excepción de Estados Unidos reafirmaron el compromiso para aplicar el acuerdo de París y luchar contra el cambio climático.

• El énfasis en trabajar en posturas comunes hacia soluciones sostenibles y eficientes más que en señalar y centrarse en las diferencias. Esta coordenada contó con amplio apoyo y ha sido promovida por Abe, dando así un mayor espíritu consensual en el encuentro.

• Otros temas tales como: Instrumentación de medidas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, libre comercio, empoderamiento de las mujeres, cambio climático y asuntos medioambientales centraron una fingida voluntad política para continuar trabajando sobre estos áreas y el impulso de  un plan para alcanzarlos.

En las cumbres del G20 estamos acostumbrados a presenciar la discusión de temas apremiantes en medio de posiciones opuestas e intereses conflictivos. Naturaleza propia y normal del capitalismo global, más ahora que tiene en su principal representante como lo es Estados Unidos, el responsable de un viraje proteccionista que genera trabas estructurales para el futuro inmediato de la economía mundial y ello ya tiene un costo elevado de pérdidas para el resto de las economías liberales del planeta que cada vez trazan acciones para aislar la terquedad norteamericana y rediseñar el tablero del comercio mundial “justo”.

Anexamos para los interesados la Declaración Final de los Líderes del G20.