"La entrada en vigor de la AFCFTA es el evento más importante en la vida de nuestro continente, desde la creación de la Organización de la Unidad Africana en 1963 y su transformación más tarde en la Unión Africana". Así lo manifestó, el presidente de Níger Mahamadou Issoufou, durante la inauguración de la XII Cumbre Extraordinaria de la Unión Africana a principios de julio de este año 2019, haciendo referencia a la adopción del Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AFCFTA, por sus siglas en inglés).

El AFCFTA fue creado el 21 de marzo de 2018 en la cumbre de la Unión Africana (UA) celebrada en Ruanda, en el primer semestre de este año 2019 entró en vigor y en fase operativa. La secretaria por los momentos la ocupa Ghana y se espera que el acuerdo se implemente a partir del 1 de julio de 2020. La zona de libre cambio africana pretende promover el comercio dentro del continente y atraer inversiones, para concretar la zona sin barreras comerciales más grande del mundo. La UA estima que la supresión de fronteras y la eliminación de aranceles aumentará el comercio intraafricano del 15% actual a un 60% para 2022. El compromiso adquirido por los distintos países tras la puesta en marcha del tratado es la eliminación de los aranceles en un 90% para la mayor parte de los bienes de consumo, quedándose por fuera aquellos considerados estratégicos.

Un aspecto interesante es el Protocolo de Libre Movimiento, un instrumento complementario del AFCFTA, mediante el cual se establece la libre circulación de personas, la protección del derecho de residencia de los africanos en cualquier país del continente, incluso la posibilidad jurídica que se establezcan e inicien un negocio o empresa. Actualmente, los ciudadanos africanos necesitan visas para ingresar en un 75% aproximadamente de los países del continente, aunado a que en los pasos fronterizos se corren ciertos riesgos.

No obstante, es pertinente preguntarse: ¿Cuál es la Agenda de las naciones africanas para los próximos años? La Declaración de la UA de Níger  sobre el inicio de la fase operativa del AFCFTA, pone sobre la mesa el debate entre seguridad versus desarrollo. Ya se escuchan voces críticas, afirmando que es más importante invertir en la paz y en la seguridad. Además, una de las dificultades es la desigualdad económica existente entre sus miembros. En este sentido, urge la creación de empleos, recordemos África necesita crear al menos 18 millones de empleos cada año hasta el 2035 para atender las demandas de una población en rápido crecimiento.

Otra de las dificultades por revisar son las dudas que genera en algunos países con economías emergentes el impacto que podría tener, sólo basta revisar el caso de Nigeria que dudó en incorporarse basados en la preocupación sobre la posibilidad de verse afectado negativamente, en tiempos de “proteccionismo” este aspecto es muy importante. Otros asuntos pendientes por resolver son: infraestructuras adecuadas de transporte y telecomunicaciones, medidas de arbitraje transparentes, certificación de los orígenes de los bienes y medidas que apunte en la lucha contra la corrupción.

Un mercado común africano sin barreras para bienes y personas se gesta entre enormes desafíos, la UA confía en que la AFCFTA fomentará la diversificación económica y la industrialización del continente.