
Venezuela es un país multiétnico y pluricultural donde convivimos indígenas, descendientes de africanos (afrodescendientes), europeos, asiáticos y los denominados mestizos y este fenómeno biológico-cultural tuvo su origen en el período colonial y se ha prolongado durante más de cinco siglos en nuestro proceso como nación: primero vinculada al Imperio Español y posteriormente a partir de 1823, como país que goza de plena soberanía. Por tales motivos, en el año de 1999, nuestra patria en forma mayoritaria aprobó una nueva Constitución Nacional, la cual señala en su Artículo 100: “ Las culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas. La ley establecerá incentivos y estímulos para las personas, instituciones y comunidades que promuevan, apoyen, desarrollen o financien planes, programas y actividades culturales en el país, así como la cultura venezolana en el exterior...”. Por ello, no podemos aceptar ningún tipo de exclusión de carácter étnico, ideas políticas o religiosas y otros problemas afines.
Asimismo, pensamos que los docentes y estudiantes de Etapa Primaria, Educación Media General y Educación Técnica; al incorporarse al proceso de la enseñanza de nuestra historia y su contexto internacional, deben poseer una visión que sea opuesta a cualquier tipo de exclusión de los grupos étnicos que integran la nacionalidad venezolana como lo vimos en el párrafo anterior. Además, hemos de tomar en consideración el avance integrado de los cuatro aprendizajes fundamentales: “Aprender a Ser”, “Aprender a Conocer”, “Aprender a Hacer” y “Aprender a Convivir”, todo ello en función de la inclusión de los componentes afrovenezolanos o afrodescendientes y sus múltiples aportes en el desarrollo de Venezuela a través de factores tales como lo económico-social, la toponimia, la gastronomía, lexicografía, fundación de pueblos, artes plásticas, instrumentos de trabajo, literatura oral y escrita, fiestas populares tradicionales, música y danzas, los tambores, la marimba, el carángano, el furruco, pensamiento mágico-religioso, espiritualidad y valores éticos, etc.
Además, observamos que en la estructura social de la nación venezolana, subsisten numerosas expresiones de carácter racistas o discriminatorias tanto a nivel de lo socio-económico como en el plano de lo étnico-cultural, teniendo el racismo en este último sector, un sentido solapado o enmascarado en la medida en que en nuestra Constitución Nacional, al igual que en el “ordenamiento jurídico-legal”, se prohiben las desigualdades étnico-sociales tal como lo vimos en su debida oportunidad.. De acuerdo a lo antes mencionado, merece la pena destacar algunas ideas emitidas por la Profesora Yoama Paredes, quien afirma que es “...necesario encontrarnos con nuestras raíces societarias de convivencia, presentes en las culturas de nuestros pueblos indígenas, afrovenezolanos y campesinos en general, reconociendo la diversidad bajo el PRINCIPIO DE IGUALDAD DE LAS CULTURAS. La democracia política, social y económica sólo es posible desde la democracia cultural, la intra e interculturalidad que permita DE IGUAL A IGUAL la convivencia de los pueblos” ( Ver : Paredes, Yoama . Venezolanidad, interculturalidad y curriculum [ 1 h. suelta]).
En la búsqueda de nuevas estrategias de trabajo en pro de la inclusión de los afrovenezolanos o afrodescendientes, en el proceso educativo de nuestro país, consideramos que los docentes deben utilizar fuentes documentales, testimonios orales, bibliohemerografía, mapas, imágenes e ilustraciones, películas – videos, la internet y otros medios auxiliares; que les sean de utilidad para conocer y convivir con los elementos relacionados con la enseñanza de la historia. Al respecto, veamos: la trata de “negros” esclavizados, los gentilicios africanos, los centros poblados fundados tanto por los cimarrones como por los “negros” libres, el uso de la mano de obra esclavizada en la pesca de perlas, la minería, la agricultura, la ganadería, la artesanía y el servicio doméstico (el importantísimo papel llevado a cabo por las nodrizas y ayas); las rebeliones y conspiraciones de los esclavizados africanos y sus descendientes en la Venezuela colonial y durante el siglo XIX; los aportes culturales y el papel desempeñado por las cofradías coloniales, los soldados y oficiales negros, mulatos y zambos que participaron en la guerra por la independencia, los problemas del racismo y la discriminación y muchos otros.
Para comprender y analizar con mayor amplitud, todo lo aludido, nos parece adecuada la siguiente cita: “Venezuela ‘como personalidad colectiva’ no es inteligible sin visualizar la participación que en su construcción histórica y cultural han tenido indígenas, europeos y africanos. Sin embargo, predomina en nuestro país ‘el empeño’ de considerarnos como una realidad occidental, ‘a la zaga del acontecer europeo y norteamericano’. Cada vez, que en Venezuela se habla de culturas y realidades aborígenes o afrovenezolanas, se hace en la mayor parte de los casos como si tales realidades fuesen ‘elementos secundarios’. Dentro de nuestros libros y programas –con muy escasas excepciones- el pueblo indígena, africano y mestizo aparece como una masa amorfa, sin capacidad de actuación histórica, sin vida real, sin identidad, sin alma. De los europeos y sus descendientes conocemos todo: sus gustos, vestimenta, hijos, enfermedades. De los otros grupos étnicos apenas si retazos, sombras confusas” (Ortega, Rutilio, Alarcón, Johnny y Nafi Lobsang “Valoración de África y lo Africano en la Educación Básica Venezolana” En: Estudios de África y Asia. Mérida: Universidad de Los Andes, Consejo de Desarrollo Científico Humanístico y Tecnológico, Facultad de Humanidades y Educación, Escuela de Historia…, 1999. p. 149)
Finalmente, advertimos que en la enseñanza de nuestra historia patria, deben estar incluidos los afrovenezolanos o afrodescendientes e igualmente las comunidades indígenas y las mujeres, quienes en forma injustificada han sido soslayadas y disminuidas en los anales históricos de Venezuela. Además, no debemos olvidar la importancia del principio “Educación – Acción”, para transformar el mundo que nos rodea, en función del bienestar de todos los venezolanos, sin ningún tipo de exclusión o discriminación.
Dr. José Marcial Ramos Guedéz.
Caracas, 14 de octubre de 2016.