Desde su independencia de Francia en 1960, la inestabilidad sociopolítica ha sido el escenario más recurrente en la República Centroafricana. Apenas estrenada como Estado independiente  se dio el primer golpe en 1965  liderado por el coronel Jean Bádel Bokasa, autoproclamado emperador de esa nación. Durante los años de su mandato (1965-1979), el país estuvo sumido por marcados momentos de terror producto de la persecución y exterminio de miles de centroafricanos considerados "disidentes" por el excéntrico gobernante. Tras el derrocamiento de Bokasa, en su relevo llegó otro  militar, André Kolingba quien gobernó entre 1981 y 1986.  Luego de presiones internacionales, convocó a elecciones,  sucediéndolo Ange-Félix Patassé,  elegido en los primeros comicios electorales del país y reelecto en 1999, mandato que no concluyó producto de una nueva insurrección  que puso fin a su gobierno en 2003. El inicio del siglo XXI estuvo marcado por  el ascenso de otro militar, François Bozizé (2003), quien asume el poder por medio de una rebelión que puso fin a la cuestionada administración de Patassé.

Con llegada del general Bozizé se esperaba que el país iniciara un proceso de reorganización interna que permitiera la incorporación de todos los sectores de la sociedad a la vida política. Luego de 10 años en el poder (2003-2013), fuerzas internas generaron niveles crecientes de violencia que obligaron la salida del presidente, quien había sido reelecto en 2011. La insurrección fue llevada a cabo por los rebeldes Séléka -que significa "alianza" en lengua songo-, como reclamo al gobierno por incumplir los acuerdos de paz de 2007 para integrar a los excombatientes en el gobierno, así como por la incapacidad de frenar la inestabilidad en las zonas limítrofes con Sudan y Chad. Esta ola de violencia sectaria  ha dejado miles de muertos y cerca de un millón  de desplazados.

Luego del derrocamiento de Bozizé -quien huyó a la República Democrática del Congo-, el país quedó bajo la dirección de Michael Djotodia quien renunció desde el momento que se desató la crisis de gobernabilidad posterior a la salida del ex presidente. A partir de entonces, asumió la responsabilidad de dirigir el país un frágil gobierno de transición representado por Alexander Ferdinand, quien estuvo a cargo hasta el 10 en enero de 2014 para luego asumir Catherine Samba-Panza, encargada de continuar con el proceso transicional hasta el llamado a elecciones.

En medio del caos generalizado que imperaba en el país se hizo el llamado a elecciones que buscaba elegir un nuevo presidente y constituir el Parlamento. La primera vuelta electoral  se llevó a cabo el 30 de diciembre de 2015, tuvo como protagonistas a dos ex primeros ministros: Anicet Georges Dologuélé del partido Unión para la Renovación Centroafricana, quien logró el 23, 7% y Faustin Archange Touadére por el partido Convergencia Nacional con el 19,4% de la intención de votos. Ambos fueron los candidatos de mayor preferencia de un total de 30 que participaron en el evento electoral.

La segunda vuelta  se llevó a cabo el 2 de febrero del año en curso, donde resultó ganador Faustin Archange Touadére con el 63% de los votos, mientras que Anicet Georges Dologuélé consiguió el 37% de los votos, resultados que fueron emitidos por la Autoridad Nacional de las Elecciones, representado por la señora Marie Madelaine. El proceso electoral transcurrió en calma, además de contar con la colaboración en condición de observadores de la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana (MINUSCA), cuya labor desde abril de 2014 ha sido brindar protección a la población civil a través de ayudas humanitarias, cooperar en el desarme de los grupos rebeldes y mediar en el proceso de transición.

El presidente electo tiene el enorme reto de unificar el país y propiciar un clima de reconciliación que involucre a todos los sectores de la sociedad centroafricana. Su campaña electoral estuvo centrada en el tema de la seguridad, así como la promoción de la unificación nacional y la estabilidad económica. En una de sus primeras intervenciones, el presidente Touadére destacó que, "estas elecciones son importantes, pero no son el único paso  para salir de la crisis", lo que significa que la gobernabilidad de este país ubicado en el corazón del continente africano estará garantizada por el respeto a la institucionalidad como eje ordenador y garante de la estabilidad sociopolítica.