El pasado 20 de diciembre 2016 se conmemoró en la sede de Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, el sexagésimo aniversario de la adhesión de Japón al organismo internacional. Un 18 de diciembre del año 1956 Japón es aceptado como Estado Miembro, en esa ocasión ingresan ese mismo año otros países del continente africano como Túnez, Sudán y Marruecos.

Desde ese entonces Japón como Estado Miembro de las Naciones Unidas ha sido un factor fundamental por el fomento de la paz y la cooperación internacional en especial en los países en vías de desarrollo.

En uno de los últimos actos celebrados por Ban Ki-moon en su condición de Secretario General de ese organismo, se llevó a cabo un acto sencillo pero altamente significativo, se develó una pared de barro elaborada por yeseros japoneses donde decía: "Heiwa", es decir paz. Tal mensaje dado al mundo, implica asumir responsablemente la paz como reto y acción que garantice nuestra supervivencia. En palabras del ex secretario: El motivo es que la paz, es la base de las esperanzas y sueños de todas las personas. Añadió: La ONU espera fortalecer los vínculos con Japón en los años venideros mientras se esfuerza por construir la paz y la prosperidad mundial.

Seis décadas de trabajo representan una voluntad de acción nipona diferenciada y un ejemplo que ha enseñado a convivir y progresar en el mundo.