India 2019: Escenarios heterogéneos
El momento país que vive el gigante asiático en lo que va del año 2019 ha sido intenso, desde el 1 de enero la movilización de más de 4 millones de mujeres indias que protestaron para hacer valer sus derechos ante una sociedad patriarcal cada vez más violenta hacia su condición humana.
Otro escenario de este año y continuidad del 2018, ha sido la agresión del radicalismo hindú hacia sectores minoritarios religiosos como los musulmanes y cristianos. El ataque a templos e iglesias siguen siendo una constante semanal y va en contra del principio constitucional del secularismo como eje de tolerancia y respeto a la convivencia multireligiosa existente por décadas en ese país.
Sin duda alguna, la variable que planteará reordenar el eje nacional en la India será los macro procesos electorales a llevarse a cabo durante los meses de abril y mayo del presente año. Se vence el primer mandato de Narendra Modi con signos de preocupación ante el ascenso de la ortodoxia hinduista como factor de tensión social y de guerra civil en proceso de gestación; imposibilidad de cumplimiento en materia de empleos anuales para la población ha sido motivo de malestar acumulado en India y factor de castigo que cambia gobiernos sin compasión por parte del electorado. Observaremos escenarios de alianzas y reacomodos en las maquinarias partidistas principales en el sistema político indostano, tales como el Bharatiya Janata Party (BJP) y el Partido del Congreso con todas sus cadenas de organizaciones partidistas a pequeña y gran escala junto a las centrales sindicales, sectores sociales como los dalits (descastados) que ahora pesan cuantitativamente en el desiderátum electoral. Las elecciones en India no sólo son las más grandes del sistema democrático mundial, también son el escenario más contaminante de guerra de laboratorios electorales con una amplia ausencia de eticidad y moral de la política entendida con voluntad de acción decidida para transformar crudas realidades de desigualdad social existentes y acumuladas en 71 años de independencia por conmemorarse el venidero 15.8.19. De igual modo, el Parlamento indio va a elecciones, reflejando con ello un crisol de intereses que una vez más pone a prueba la casa del debate político nacional.
La economía india entra en un proceso de ajustes y gastos no solo derivados de las elecciones sino en su evaluación objetiva. La India requiere fortalecer su clase media profesional (la más grande del mundo) con acciones concretas de empleos y prosperidad económica que den confianza a sus inversionistas nacionales y extranjeros. Así como dinamizar sus líneas de producción con la incorporación de tecnologías nacionales y foráneas, con el aditivo ascendente de la inteligencia artificial en su gran aparato productivo nacional.
El terrorismo proveniente de Pakistán y de organizaciones desintegradoras existentes en el subcontinente planteará dolores de cabeza para el gobierno nacional de Narendra Modi. El pueblo de la India y el mundo demandan paz y exigen responsabilidad para los líderes de ambos países en tomar decisiones sensatas que eviten una guerra generalizada.
India es un gigantesco escenario de logros y contradicciones que marca protagónicamente de manera alternativa el rumbo en la era de globalización, pero el país tiene mucho que aprender de cientos de líderes del pasado y presente. Las verdades, falsedades y sobre todo rectificaciones tendrán su dosis y despliegue en el liderazgo actual. Seremos observadores de las decisiones del pueblo indio y los acontecimientos en el porvenir.
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