Anjani Kumar: Un puente hacia la India
 En el equipo de trabajo existente en la misión diplomática de la India en Venezuela presidida por Su Excelencia Smita Purushottam, estuvo dentro de sus filas ejerciendo la función de Primer Secretario en los últimos cuatro años el Honorable Señor Anjani Kumar, un ciudadano indio de la nueva generación de diplomáticos asignados para la región latinoamericana. México y Venezuela han sido sus experiencias de trabajo.
Su misión en nuestro país concluye en la tierra de Bolívar a finales del mes de marzo del año en curso, el camino transitado en Venezuela no sólo ha dejado amigos, sino ha cultivado lecciones de vidas para los venezolanos que le conocimos de cerca o de lejos.
Si hay una particularidad a destacar en la personalidad de Anjani Kumar, es su amplitud para el diálogo, la tolerancia, ayuda y cooperación a los planes de trabajo que permitieran difundir a la India en el pueblo venezolano, ejemplo de espiritualidad dialógica, sencillez propia de aquéllos que han asumido las lecciones emanadas de sus padres, maestros de vida, educación sólida y fiel cumplimiento al servicio realizado ante la Cancillería de su país. Profesionalismo a la hora de explicar cualquier aspecto del milenarismo y modernidad del Indostán con palabras llanas pero profundamente arraigadas al valor de su cultura.
Muchos fueron los actos culturales donde se observó el despliegue de su calidad humana, igualmente la presencia de su persona para avalar la representatividad de su embajada acreditada en Caracas ante eventos del gobierno venezolano, universitario o un acto devocional en Los Próceres, una iglesia cristiana o cualquier templo en la ciudad capital seguidor del hinduismo existente por décadas en Venezuela.
Cuando hay diplomáticos de este tipo, se construye una relación sólida para hacer una diplomacia de pueblos, ya que se transciende cualquier barrera tradicional de las distancias naturales que engendra ese tipo de cargos o valores culturales propios que se traen de su país.
Ávila es el nombre de su segunda hija nacida en Venezuela, evidencia contundente de la identidad de un diplomático indio fuera de serie por el esfuerzo y determinación del trabajo llevado a cabo y cumplido con eficiencia.
India tiene garantizado en los años porvenir en su servicio exterior un especialista para América Latina en el siglo XXI que no sólo conoce a dos pueblos de la región, sino que ha sentido en su alma y conciencia el valor de enseñar y aprender con el ejemplo al poner una piedra más para la construcción de puentes entre Latinoamérica y la India. Ello no es sólo comprensión, es haber asumido el dharma con una sonrisa.
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