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India: Rearme y seguridad

• La India viene actualizando y modernizando su parque militar y sistemas de defensas mlútiples en los últimos años. Sin embargo, en lo que va del año 2015 llama la atención la aceleración en esta materia. Tengamos en consideración los siguientes pasos dados en este asunto cuyos ejes van desde la licitación para la construcción de portaviones, buques de guerra, compra de flotas aéreas, entre otros, y alquiler de submarinos de última generación:
  La India actualmente se encuentra en fase final de las negociaciones con Rusia para alquilar un nuevo submarino de la clases Yasen (lo más avanzado en sumergibles) cuya especialidad es ataque a propulsión nuclear. Su radio de acción va más allá de 300 y 2800 kilómetros en la destrucción de barcos e instalaciones de tierra. En esta perspectiva, India requiere urgentemente reforzar este frente ya que dispone de un submarino multifuncional denominado Chakra-2. Los parámetros actuales para la adquisición de este tipo de armamentos son: mejores equipamientos y menor ruido. Con ello la flota submarina indiana logra garantizar más la defensa de sus amplias costas tanto del océano Ìndico por el lado oriental como del área correspondiente al mar Arábigo.
  Otro frente de actualización es la aspiración de contar con una flota de 200 naves de guerra para el año 2027. En la actualidad, operan 137 barcos militares, con una incorporación de nuevas unidades de 4 a 5 por año. Hoy en día los astilleros indios se encuentran en una ardua producción para satisfacer la demanda en 12 años sin atraso alguno. Estos buques de guerra serían los protectores de la primera línea de defensa en las aguas del subcontinente indostánico.
  Similarmente, la marina de la India ha convocado a contratistas internacionales para el diseño de un portaaviones de 65.000 toneladas cuya fecha límite para la postulación es el 22 de julio del año en curso.
  ¿Quiénes participaría en este renglón?: La agencia rusa Rosoboronexport, la agencia inglesa BAE Systems, la agencia francesa DCNS y la agencia norteamericana Lockheed Martin. Todas han sido invitadas desde el pasado 15 de julio en el nuevo proyecto de diseño y construcción del nuevo portaaviones llamado INS Vishal (300 metros de longitud y 65.000 toneladas). Estamos en presencia de informaciones militares que implicarán miles de miles de millones de dólares. Los propósitos son diversos pero el más resaltante es contrarrestar el expansionismo militar chino y sus intenciones en el océano Indico. India y China en el terreno diplomático reciente han practicado el diálogo entre ambos gobiernos, contado con la presencia en sus respectivos territorios de visitas al más alto nivel de sus mandatarios tales como Narendra Modi y Xi Jinping. Los avances en planes de cooperación e intercambio comercial son de cifras astronómicas. Sin embargo, esto no implica descuidar el escenario geopolítico desplegado por China en las aguas del Pacífico hacia Japón y otras áreas marítimas de interés por parte de China hacia la zona sur del Pacífico mismo. Tal escenario potencialmente implicaráSs presencia en el Índico por parte de China. Para ello, el Estado indio se prepara a contrarrestar esta superioridad militar china con sentido preventivo, desde Nueva Delhi hay una firme determinación en este campo. El gran dilema para la India que aspira a ser una gran potencia en el siglo XXI no solo lo representa su capacidad ascendente demostrada a nivel industrial y en su economía ya emergida. Lo constituye fundamentalmente la defensa de su gran extensión en el eje noreste-noroeste, su frente norte cordillerano del Himalaya, el Valle del Indo y los ejes peninsulares. Recordemos que el subcontinente tiene otros problemas de seguridad que se encuentran en su espacio geográfico inmediato, nos referimos a dilemas tales como: Pakistán, Bangladesh y en menor proporción Nepal, todos están dentro del subcontinente y representan serias amenazas a su propia seguridad, ya que hacer mermar la energía política de la India ante sus vecinos inmediatos y más aún el permanente cuadro de discrepancias con Pakistán cuyo rol histórico va más allá de ser un adversario propio desde la partición territorial a partir de la era inicial de su independencia, implica regular permanentemente a un Estado que ha patrocinado el terrorismo hacia la India, con un gran ejército a sus puertas con armas nucleares y ello constituye otro dolor de cabeza complementario al chino. El año 2015 se ha renovado negativamente una vez más en el accionar de otra carrera armamentista que hará valer lamentablemente la siguiente tesis: Para lograr respeto internacional hay que acudir a las armas de todo tipo y así ocupar posiciones de hegemonía a nivel mundial. Triste el contexto porvenir pero el escenario debe ser concebido de manera realista. Lamentablemente se bajarán los presupuestos de inversión social y una vez más las armas ganan y los pueblos siguen esperando ayudas que no son precisamente las engendradas por las guerras del presente o futuro inmediato.