Discurso del secretario de Relaciones Exteriores en el evento especial para conmemorar el "Día Internacional de la No Violencia",
en la sede de las Naciones Unidas.
(2 de octubre de 2015)
Su excelencia Sr. Morgans Lykketoft
Presidente de la Asamblea General de la ONU
Su excelencia Sr. Ban Ki-moon
Secretario General de las Naciones Unidas
Excelencias, distinguidos invitados, miembros de los medios de comunicación, amigos:
Es un honor dirigirme a esta augusta reunión de hoy, cuando celebramos el aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, el Día Internacional de la No Violencia. La reunión de hoy es testimonio del homenaje colectivo de la comunidad mundial a uno de los hombres más grandes de todos los tiempos, un homenaje que se eleva por encima de la política y habla por toda la especie humana.
En el pensamiento ortodoxo, Mahatma Gandhi fue una paradoja. Él era un revolucionario, pero realista. Fue visionario pero una persona de detalles. Era práctico y sin embargo imbuido de idealismo. Tal vez, son las limitaciones de nuestra propia imaginación las que hacen difícil conciliar los diferentes aspectos de su personalidad y actividades. Lo que es indiscutible, sin embargo, es que después de casi siete décadas desde que nos dejó, la pertinencia de Mahatma Gandhi es reconocida más que nunca.
Gandhi nos legó tres principios rectores: Ahimsa o no violencia, Satyagraha o la fuerza que nace de la verdad y Sarvodaya o la elevación de todos. Estos siguen proporcionando al mundo enfoques para hacer frente a una serie de desafíos complejos, muchos de los cuales puede que ni existieran durante su vida. Los méritos de la no violencia, cuestionados firmemente incluso cuando los transformaba en un arma para derribar al imperio más grande de nuestro tiempo, son hoy ampliamente reconocidos. La historia ha demostrado que la consecuencia del cambio no violento es más duradera, ya que es una consecuencia de la persuasión y no de la coerción. Sin embargo, sería un error definir la no violencia sólo como una actividad. Como Gandhi señaló a menudo, no puede haber violencia en el pensamiento, en el comportamiento o en los hábitos. La discriminación, el desconocimiento y la falta de respeto son manifestaciones de esto.
Las enseñanzas de Gandhiji se pueden ejercer a través de un espectro muy amplio de actividades humanas. De hecho, lo demostró por sus propios logros. Su mensaje de paz y no violencia era global. Su defensa del cambio social y la elevación era nacional. Y muchos de sus axiomas y creencias, como el estilo de vida, eran personales. Hoy, a medida que la India se embarca en una nueva era de cambio y desarrollo, este legado sirve en gran medida como una luz guía.
La diplomacia de la India se centra hoy en una amplia gama de temas globales que sirven a los intereses más amplios de la humanidad. Cuando llevamos a cabo operaciones HADR ( ayuda humanitaria y asistencia para desastres) en Yemen y Nepal, y ayudamos a los necesitados sin distinción de nacionalidad, estamos cumpliendo con el internacionalismo que Mahatma Gandhi defendió. Cuando abogamos por el desarme y la resolución pacífica de los conflictos, llevamos a mundo contemporáneo su filosofía de no violencia activa.
El apoyo de la India para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tan elocuentemente expresado por nuestro primer ministro la semana pasada, es también una expresión de esta perspectiva que hace hincapié en mejorar la situación de todos. En nuestro país, estos objetivos se están ejecutando a través de una variedad de campañas nacionales. Swachch Bharat o CleanIndia tienen totalmente el espíritu de Gandhi, no fueron lanzadas coincidentemente este mismo día el año pasado. Beti Bachao, Beti Padao aborda la discriminación de género a la que Mahatma era particularmente sensible. Él hubiera aprobado nuestros esfuerzos para empoderar a las niñas a través de la educación. Make in India y los programas de Skill India crean no sólo empleo, sino la base de la dignidad humana. Digital India conectará y desarrollará 600 000 aldeas a las que Gandhi quería tan profundamente.
La violencia que todos hemos causado a la naturaleza, sin duda, angustiaría a Mahatma. Él fue el gurú original del desarrollo sostenible. Gandhi creía profundamente que el mundo tenía suficiente para las necesidades humanas, pero no la codicia. Hoy, a medida que defendemos el uso más equitativo del espacio de carbono y estilos de vida más sensibles al clima, no tengo ninguna duda de que tendríamos sus bendiciones.
Apropiadamente la India optó por anunciar sus CNDN (contribuciones nacionales y determinadas a nivel nacional) en el día del cumpleaños de Mahatma Gandhi. Esto fue para subrayar nuestro compromiso moral con el desarrollo sostenible. Nuestro objetivo es reducir la intensidad de emisiones del PIB del 33 al 35% en 2030 con respecto al nivel de 2005. Nuestra expectativa es que para el año 2030, el 40% de nuestra producción de electricidad provenga de fuentes no fósiles. También estamos trabajando para ampliar nuestro sumidero de carbono de 2,5 a 3 mil millones de toneladas de CO2 equivalente en ese momento.
En nuestros tiempos hemos visto el crecimiento del fanatismo religioso y la intolerancia. En muchos casos, esto directamente ha alimentado el apoyo y patrocinio del terrorismo. Por desgracia, el mundo a menudo ha apartado su mirada cuando los terroristas han atacado a los inocentes, suponiendo que no es su problema. Como creyente en la indivisibilidad del mundo y de la importancia del valor moral, Gandhi nos habría pedido que nos levantáramos y fuéramos consideramos. Tenemos fe en que ese día todavía puede llegar. Hoy, cuando nos reunimos para conmemorar el 146° cumpleaños de Mahatma Gandhi, recordemos su exhortación que nosotros mismos debemos ser el cambio que buscamos.
Gracias por su atención.
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