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El mundo acude a la cita de Paris a partir del 30 de noviembre del año en curso bajo los efectos de los ataques terroristas acontecidos el 13.11.15. Sin embargo, la comunidad internacional de los pueblos igualmente hacen acto de presencia y protestan ante la grave situación que vive el Orbe por el terrorismo desenfrenado de ciento ochenta y cinco años de industrialización (1830-2015) y depredación generalizada del medio ambiente.

Bajo el auspicio de las Naciones Unidas, líderes de alrededor de 150 países y regiones van a pronunciar discursos en el marco de la Cumbre del Clima de Paris (21 Conferencia de las Partes, COP21). En esta ocasión, todos están en contra del reloj no solo por el deterioro del clima sino por las circunstancias que vive la capital francesa. Desde ya se traen a Paris tensiones en las negociaciones a nivel de trabajo ministerial por parte de cada país miembro, son múltiples los intereses en juego pero lo que se proponen es pretender concluir un nuevo acuerdo internacional sobre el calentamiento global que todos los países reconozcan como legalmente vinculantes.

Lamentablemente, los participantes siguen divididos respecto a cuestiones tales como: a) La asistencia financiera de los pases industrializados a las naciones en desarrollo, b) Tope de 2 grados en el aumento de la temperatura, c) Poca voluntad de modificación de los costos derivados del modelo de desarrollo vigente, d) Responsabilidades en los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero entre otros aspectos de interés vital.

La India en esta ocasión es la economía de mayor crecimiento en el mundo y la tercera economía más grande de Asia, participa decididamente y debate posturas en la Cumbre del Clima de Paris bajo distintas lecturas que debemos ponderar en las siguientes premisas:

• India ha dicho que rechazaría un acuerdo para luchar contra el cambio climático que incluya una promesa para el mundo de acabar con los combustibles fósiles en este siglo (Año límite: 2100).

• India es considerado el tercer emisor de carbono en el mundo. Ha sido dependiente del carbón para la mayor parte de sus necesidades energéticas primarias y secundarias. Al respecto, ha trabajado ampliamente con proyectos tangibles en expandir nuevas fuentes energéticas tales como la energía solar y eólica. Sin embargo, ha sostenido que su economía es "relativamente pequeña" y gran parte de su población se encuentra en la pobreza para proceder de inmediato a cesar el consumo de combustible fósil. Tal coyuntura para este país genera un fuerte debate, ya que asumir un compromiso a futuro en París implicará un obstáculo interno ante las desequilibradas infraestructuras en materia ambiental existentes actualmente en India para cualquier acuerdo asumido externa y unilateralmente.

• Occidente ha calificado la postura de la India como lo no suficientemente ambiciosos en las negociaciones del clima. Igualmente, los medios de comunicación de Radio Francia Internacional, han calificado a India como un país que llega tarde a las posibilidades del desarrollo y en consecuencia debe cumplir con los acuerdos de la Cumbre. Sobre este particular, los negociadores indios han trazado la estrategia del alcanzar el objetivo paralelo a los otros puntos del debate internacional, en comprometerse al techo de 2 grados de aumento de la temperatura en su espacio territorial a largo plazo y confían que el mismo se alcanzaría.

• El gobierno indio desea un acuerdo que comprenda la situación de los países en desarrollo para hacer más con los retos planteados en la situación del clima. Para ello, en la actualidad dispone de más recursos económicos orientados responsablemente a sufragar los costos de preservación y recuperación del clima. Paralelo a esta ventaja financiera, India posee suficiente voluntad de acción para el reacomodo estructural de leyes nacionales en materia ambiental. India en esta perspectiva ha dado pasos sólidos en su economía y posee los recursos y talento de sus ciudadanos para implementar mejores formular ya comprobadas y por crear.

• India ha liderado en las naciones desarrolladas programas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ha solicitado a este tipo de países ser sometidos a revisiones más estrictas que las de las naciones en desarrollo. Su postura representa una crítica hacia el norte y sinceración del debate.

• India produce emisiones mucho más bajas per cápita que la media mundial. En octubre del año en curso, India se ha comprometido a reducir la tasa de crecimiento en su producción de carbono en un tercio en los próximos 15 años. Vale destacar que dicha promesa tuvo acogida por algunos sectores ambientalistas, debemos tomar muy en cuenta que la enorme población del subcontinente indostánico y la rápida industrialización experimentada, con desequilibrios, ha impactado nocivamente en las periferias de las grandes ciudades y zonas rurales.

• El gobierno actual de la India no quería un debate climático basado en doctrinas o ideologías, tampoco generar demagogias en poner fin a la utilización de carbono o ignorar los efectos de la emisión de químicos y agentes contaminantes en las aguas, entre otros vertidos, a las principales cuencas hidrográficas de su territorio, en especial, en aquellos que el propio hinduismo desde su antigüedad calificó de ríos sagrados.

• Por su parte el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha alabado el compromiso de la India para reducir las emisiones e indicó "seriedad" al enfrentar los desafíos del cambio climático. Tal aseveración da un espaldarazo al gobierno indio pero simultáneamente obliga a sincerar la mitigación, que el apoyo a las medidas y compromisos asumidos no se limiten a un documento de letra muerta o ausencia de voluntad política total.

No hay duda de que los países desarrollados y los que se encuentran emergiendo económicamente de manera decisoria como la India deben tomar la iniciativa en la acción climática. En palabras de Su Excelencia Ban: "Las emisiones globales siguen aumentando. Tenemos que examinar la cuestión de manera diferente. Tenemos que reconocer que todos los países tienen que hacer su parte, en la medida en que tienen los recursos y la capacidad para tomar medidas".

India ha hecho hincapié en que los países desarrollados no pueden socavar los principios básicos de equidad y responsabilidades comunes al enfrentar esta problemática global. A pesar de las diferencias, hay plena comprensión para llegar a un acuerdo sobre el clima. En esta perspectiva, es de suma importancia centrarse en las necesidades de los más vulnerables y son ellos los que más tienen que perder en los impactos del cambio climático.

El reto inmediato es cambiar las políticas y conductas institucionales al asumir el compromiso para descarbonizar, reducir, y finalmente eliminar gradualmente la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo, y el gas, mediante la promoción y uso de energías limpias. Tal aspiración demanda una gran inversión que implicará un viraje al modelo mismo de desarrollo económico imperante en ese país y la oficialización del fondo verde que financie dichos desafíos.

La pregunta máxima aplicable tanto para la India como a cada miembro de la comunidad internacional es: ¿Si los gobiernos, empresarios, profesionales y todos los pueblos al igual que el pueblo de la India asumirán integralmente la responsabilidad de mantener el calentamiento global bajo control?

Lamentablemente, la catástrofe espera pacientemente.