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A veces hay ejemplos en la vida que son contundentes para las sociedades que llevan un ritmo de desarrollo indiferente, que olvida, omite o simplemente depreda al medio ambiente en general sin tomar en cuenta las graves consecuencias que ya se viven en relación al aumento del calentamiento global y los efectos graves de los gases invernaderos en sus respectivos países.

India ha suscrito el compromiso internacional sobre el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. Es miembro activo en las voces de la comunidad internacional del Sur de nuestro planeta que firmaron el pasado 22 de abril del año en curso y junto al resto de los 174 países, el instrumento internacional para garantizar el acuerdo y asumir nacionalmente la gran tarea climática de preservar al mundo.

Sin embargo, hay realidades cotidianas que no esperan más tiempo para que se materialicen las acciones gubernamentales en materia de limpiezas de cauces de cuencas hidrográficas de importancia para la fauna, la flora y la agricultura. Nos referimos a un caso particular en la India de hoy, a la descontaminación del río Kali Bein ubicado en el estado del Punjab y circundante a Pakistán, iniciado por un ciudadano nacido en dicha región cuyo nombre es Sant Balbir Singh.

Los 160 kilómetros de longitud del río Kali Bein representaban un gravísimo problema ambiental para uno de los estados de la India más ricos en producción agrícola. La determinación de este hombre junto a 200 personas logró iniciar y mantener la proeza de una limpieza integral a lo largo y ancho del cauce del río. Remoción de maleza, plantas contaminantes, extracción de objetos sólidos, desbloqueos a pequeñas represas, permitir el flujo del agua y cancelación de los focos de contaminación por parte de las plantas industriales, permitiendo alcanzar el objetivo de limpiar hasta el último kilometro, generando de esta manera un impacto ambiental favorable que resolvió uno de los principales problemas de la región, la sequía y la escasez de agua potable.

Sant Balbir Singh conocido popularmente como Eco-Baba, igualmente sembró un sentido de responsabilidad por parte del gobierno regional del Punjab en construir un sistema de alcantarillado subterráneo que almacenara las aguas residuales en tanques de pequeña capacidad, las cuales una vez tratadas serían recicladas para el uso agrícola.

Desde el año 2000 se inició esta bella causa por la madre tierra, dieciséis años después se concluye un trabajo ejemplar que se debe multiplicar por todo el mundo. En las palabras de Balbir Singh: "…Alguna gente se había adueñado ilegalmente del río y fue muy difícil liberarlo de sus garras, pero con la gracia de Dios lo hemos logrado. El trabajo que hemos hecho es para el bienestar de la humanidad y ninguna obra puede ser más sagrada que esta. Nuestro esfuerzo en el Kali Bein ha enviado un mensaje a todo el mundo".

Así es, el mensaje ha sido enviado. No hay burocracia que valga ante la determinación de 201 hombres liderados por Sant Balbir Singh. Una victoria más por la dignidad humana y su estrecha relación con la naturaleza y garantizar de esta manera el agua como factor esencial de la vida.

Hoy en día el río Kalí Bein goza de buena salud y alberga vida. Una causa, una idea y una acción conjunta de la comunidad dieron una solución a tiempo. Tremenda lección ha sido dada al ministro del ambiente de la India.